1. Mi hermanita Hayde


    Fecha: 23/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... presa dejé correr el tiempo. Después de lavar los platos Haydecita me dijo que de repente le había entrado sueño y que se iría a dormir la siesta.Las ansias me estaban matando pero decidí esperar veinte minutos antes de subir para cerciorarme de que esté en un profundo sueno. Al termino de casi media hora y después de pensarlo mucho decidí que iría y haría lo que tuviera que hacer. Me dirigí por tercera vez al cuarto de mi hermanita, pero esta vez era de tarde y además me había asegurado de que las cosas fuesen bien. Abrí la puerta y la pobre Haydecita se había quedado dormida con el TV prendido, lo apagué, cerré el cortinero y me dispuse a hacer lo mío.Lo primero que debo decir es que Haydecita estaba sobre la cama aún vestida, tenía puestos unas bermudas y una camiseta, llevaba el pelo en un mono y estaba de lado. Me aseguré que estaba realmente anestesiada, traté de despertarla samaqueando su brazo, pero no respondió, por un momento pensé que a lo mejor se me pasó la mano con los somníferos pero respiraba y el corazón le latía normal.La acomodé mejor, la acosté boca arriba, le solté el mono que sujetaba su hermosa melena y poco a poco la fui despojando de lo que llevaba puesto. Lo primero que aflojé fue la bermuda, la saqué y Haydecita quedo solo en calzones brindándome una hermosa vista de su anatomía inferior. Después le quité la camiseta, esto fue algo difícil, porque tuve que sacársela como a una muñeca y temí que despertara pero no lo hizo. Ahora sí estaba ...
    ... lista. En sostenes y calzón, toda para mí. Realmente yo estaba excitadísimo aunque hubiera preferido hacer esto con ella consciente pero ni modo. Le quité lentamente los sostenes y ahora con luz pude observar los senos de Haydecita en toda su dimensión. Eran pequeños, con los pezones puntiagudos, y su dureza era algo que me asombraba, parecían unos limones grandes. Acerqué mis dos manos para tocarlos mejor, los acaricié hasta que me cansé, luego me incliné y empecé a chuparlos, a mordisquearlos y para mi sorpresa Haydecita parecía responder a las caricias, claro , inconscientemente, pero veía como sus pezones se incorporaban. Luego me dispuse a explorar sus partes intimas. Saqué los calzones de entre esos dos monumentos que eran sus piernas y por fin vi lo que tanto deseaba: un pubis cubierto por un negrísimo vello, el vello estaba largo, se veía que nunca lo había afeitado. Separé las dos piernas y me dispuse a realizar una exploración manual, aunque debería de tener cuidado con su himen, ya que pensé que Haydecita a sus 15 anitos sería aún virgen. Con delicadeza me fui internando por esa selva espesa que era su vello púbico, realmente tenía un vello frondoso mi hermanita, mis dos dedos sintieron la separación de los labios y palpé ese hermoso regalo que era Haydecita. Forcé los dedos a abrir los labios, para esto unté algo de mi saliva a los dedos y para mi sorpresa, los dedos se fueron adentro como si nada.Ahora estaba dentro de Haydecita y mis dos dedos largos le cabían ...
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