Patas arriba (XXIII) - Relatos Eróticos

Patas arriba (XXIII)

Sí, de nuevo, me desaparecí más tiempo del planeado, pero bueno, son cosas que no puedo evitar, mi vida, aunque monótona y aburrida, a veces tiene cosas que la agitan más que una tempestad al mar, en fin, os comento que estoy publicando todos mis relatos también en cuentorelatos.com con algunas correcciones de estilo, gramática y ortografía, así que podéis verlos en una nueva edición, mi perfil de autor:http://www.cuentorelatos.com/perfil/292-anderson/ Siguiendo con lo que nos importa aquí, en este capítulo daré por terminado mi homenaje a Rod Vzla y su obra ‘Soy Santiago y esta es mi historia’, así que aquí tenéis: Patas Arriba XXIII Ramón - Tío Anderson, de veras que esto me trae mal -le dijo mi novio a su tío muy seriamente. - No te preocupes, Cami, bien sabes el conflicto que tengo contigo, pero te prometo que hablaré con Javi e intentaré encontrar una solución respecto a eso, no te preocupes -Anderson intentaba razonar con Cami, pero es que con quien necesita razonar es conmigo. - Vamos a hablar claro -me ajusté las gafas, me puse serio y dejé de mirar a mi Cami guapo para mirar a Anderson con una de esas miradas que dejan claro que no es coña-, les has dado escenas sexuales a todos, incluso al Ylian con todo y sus problemas y complicaciones, a nosotros nos has ayudado a superar nuestros pasados que nos estaban atando, pero nada de sexo, con costos das a entender que tenemos algo de intimidad y mira que te hemos dado material, joder. - Ya, mi amor -Cami intentaba ...

... calmarme, pero iba a decir exactamente lo que me terminaría de cabrear, pero lo dejaré a ver si Anderson entiende-, bien sabes que mi pobre tío todavía me ve como un niño pequeño, al igual que los demás, no le pidas que lo logre a la primera, ¿sí? -entonces usó una de sus armas no tan secretas que me calman totalmente sin importar el cabreo que tenga, me dio un pico y pasó su mano por mi cuello en una sensual y romántica caricia, lo que hizo que de una me relajara, me centrara en lo mucho que amo a Cami y no me importara si Anderson me daba lo que quería o no, lo importante es que tengo al mejor ser humano de mi mundo para mí solito, no me interesa pedir más. Joel - Adiós, tía Kattia, te prometo que estaré de regreso el día que me dijiste, no pienso forzar las cosas con el permiso para ir a Inglaterra, especialmente porque eres tú la que los aprueba -mi Yliusha intentaba que su tía le diera su bendición, pero ya lleva media hora rogando y no creo que le hagan mucho caso, la verdad. - Ya basta, Ylian -efectivamente, Ekaterina estaba empezando a perder la paciencia con mi chico-, no insistas más -de repente, su tía abrió los brazos, le sonrió y le dijo mientras lo abrazaba-: no necesitas mi bendición, bien sabes que la tienes para lo que quieras hacer, mi pequeño, ahora ve, diviértete, sonríe mucho que te sienta muy bien, broncéate un poco y vive al máximo cada segundo, que si no, no te vuelvo a dar permiso en tu puta vida para salir de España, ¿queda claro? La verdad, sé que la madre ...