1. ORUREÑO, AMANTE CARIÑOSO


    Fecha: 23/10/2018, Categorías: Gays Autor: gonzo00, Fuente: RelatosEróticos

    Era tan deseable el adolescente amante que inspiraba ternura, llego a mis manos y se dejó abrazar, acerco su boca y se dejó besar. Bajo su ropa interior, por mis manos dejo acariciar sus nalgas, redondas, carnosas y excitantes, aquellas nalgas se dejaban tocar, con toda delicadeza, entregando afecto con mis manos aquellas nalgas quise rodear, pasar mis manos por ese culo, fue encontrar su calor, hacer de su redondez y suavidad el lugar donde mis manos querían resbalar y acariciar hasta más no poder. Fue su boca a entregarse en la mía y de besos cortos y afectuosos llene sus labios, con mi boca junto a la suya y nuestros cuerpos reunidos, sus nalgas no paraba de acariciar, hasta que de resbalar por sus nalgas mi manos fueron a parar a sus entrepiernas que debajo sus testículos resguardaban y ahí mis dedos empezaron a rozar, al principio fue muy suave para que mi llegada no le vaya a inquietar, pero deseosas de tocar y acariciar mis manos se acomodaron alrededor de esos testículos por detrás, tocaba y acariciaba sin parar sintiendo en las yemas de mis dedos la redondez que ese par entregaban a mi tacto. Eran testículos rígidos, firmes y agradables a mi mano que se dejaban tocar mientras el con la boca se dejaba besar cada vez más. Luego mis manos volvieron sobre sus muslos por detrás, ahí mis manos se cerraron sujetando esos muslos con tibieza, masajeándolos deliciosamente; mis manos se pusieron a deslizar sobre la piel de esos muslos para entregarles cariño y calor que es lo ...
    ... que el buscaba sentir. Su piel recibió mis caricias y mis manos devotas se entregaron a sus muslos hasta dejarlos llenos de caricias en toda su extensión, mis manos bajaban y subían llenando de caricias su piel, a momentos sentía que sus nalgas me volvían a recibir, pero confundido entre muslos caderas y nalgas, nada importaba para mis manos solo el acariciar, solo hacer que ese chico sintiera la ternura y delicadeza al recibir de mis manos nada más que caricias y solamente caricias que yo le podía dar. Lentamente fui pasando mis manos de la parte trasera hacia la de adelante, y ahí cruzando sus caderas encontré su vientre, por su vientre recogía más calor y entregaba más caricias, por su vientre llegue a su pubis y entre pelos gruesos y rizados fui dirigiéndome al centro mismo de su sexo donde él iba a recibir de mis manos toda la atención necesaria para satisfacer su pene con caricias y toques que quería dar y recibir. Dar masajes, dar calor con mis manos dispuestas a poner erecto ese pene y recibir el placer que da un falo que se quiere tocar, que se quiere conocer con el tacto palpando y tocando desde el tallo hasta la punta de ese tibio genital. De este chico quería recibir su pene de mí él quería recibir una buena masturbación, y mi mano estaba presta y bien puesta para masturbar, agarrar ese pene y sacudirlo con toda atención y devoción, caricias que mi mano daba al resbalar por encima de ese pene sujetando con mis dedos a su alrededor, y con esa su piel tersa mis dedos ...
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