1. Aprenderemos juntos


    Fecha: 25/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Escriba, Fuente: CuentoRelatos

    ... se habían quedado traspuestos por los diferentes rincones de la casa y guardamos la comida que había sobrado en la nevera. Quizá en agradecimiento por echarle una mano, quizá porque no estaba preparado para despedirse de ella tan pronto, Pedro nos invitó a quedarnos a dormir. Fuera cual fuese su intención, yo acepté encantado, pues nos ahorraba así la larga caminata hasta nuestra y casa. Mi hermana y yo ya habíamos dormido en el pasado en el cuarto de invitados de la casa de mi amigo, que tenía una cama suficientemente grande como para que durmiéramos sin demasiada incomodidad, por lo que nos dirigimos al dormitorio sin mayores ceremonias. Yo estaba agotado, así que me quité la ropa y del tirón me escurrí entre las sábanas. Mi hermana me imitó y, siguiendo su costumbre, colocó su cabeza sobre mi pecho; le gustaba escuchar el ritmo de mi respiración y el tamboreo de mi corazón. –¿Puedo hacerte una pregunta? –me dijo de repente, cuando yo estaba ya al borde del sueño. –Anda, como si tuvieras que preguntarlo. Me imaginaba que me iba a interrogarme sobre Pedro, porque las miradas que él le había lanzado durante toda la noche no eran las de un simple amigo. Sin embargo, lo que me dijo me dejó totalmente descolocado: –¿Por qué no has querido besarme antes cuando jugábamos a la botella? –¡¿Pero qué dices?! –dije dando casi un grito–. Pero si te he dado un beso. –No, no, lo que tú me has dado es un besito. El besitoo que se le da a la prima fea cuando se la ve en las fiestas ...
    ... familiares. –Pero… ¿cómo quieres que te bese entonces? –Pues en los labios, claro –el corazón casi se me sale al escuchar sus palabras. Al notar mi reacción, me miró con unos ojos que parecían guardar la tristeza de mil vidas–. ¿Tan desagradable soy que no quieres besarme? Sé que no beso bien, es lógico, ¡nunca antes he besado a nadie! Pero si nadie me besa, ¿cómo voy a aprender a hacerlo bien? ¿He dicho que mi hermana es muy madura? Bueno, pues sí que lo es, pero muchas veces ve las cosas de una manera muy particular, y cuando algo se le mete en la cabeza es muy difícil hacerla cambiar de opinión. –Claro, es lógico que tengas que aprender –le seguí la corriente–. Pero lo lógico es que lo hagas con alguien con quien tengas mucha confianza. –Por eso mismo, ¿con quién tengo más confianza que contigo? –No, no –insistí–. Tiene que ser con otro chico. –Vale –concedió. Me extrañó que claudicase tan fácilmente, pero pronto comprendí que simplemente había cambiado de estrategia–: Creo que le gusto a Pedro, y desde luego no es mal chico. ¿Crees que él quiera besarme? Si me hubiesen apuñalado, no podría haber sentido más dolor. No, Pedro no. No con mi hermana. Con cualquier otra chica de nuestro grupo, con cualquier mujer del mundo, pero no con ella. Mi hermana comenzaba a incorporarse de la cama, decidida a ir a convertirlo en su maestro, a pasar la noche entre sus sábanas, a su lado, lejos de mí. Fue entonces cuando actué sin pensar. Agarré su brazo, la acerqué a mí sin mediar palabra y ...
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