1. Quién iba a decirlo?


    Fecha: 31/10/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi nombre es Laura y tengo 42 años, estoy casada con un hombre maravilloso y mi vida sexual dentro del matrimonio es satisfactoria, hasta que conocí Internet. Tengo 2 hijos, el mayor es Alberto, tiene 24 años y después está Beatriz que tiene 21, y ambos viven en casa desde que nacieron, no se deciden a independizarse y eso de alguna manera me alegra, sobre todo por Alberto, mi hijo y mi mayor satisfacción. Mi físico es bastante agradable, tengo unos pechos grandes, un poco caídos por mi edad y por haber sido la fuente que amamantó a dos hijos a temprana edad, pero los conservo bien grandes y gordos, mis pezones son algo que me enorgullece, ya que los tengo grandes y cuando me excito soy capaz de ponerlos tan grandes como mi dedo meñique, tengo una aureolas rosadas y amplias que dibujan el centro de mis tetas con mucha exactitud, en otras palabras tengo unas tetas muy majas. Mi vientre lo mantengo plano debido a años de gimnasio después de mis partos y mi trasero lo mantengo firme y alzado, redondo y bien duro, me considero una mujer cuidada en lo que al físico se refiere y aunque me resulte incómodo decirlo me gusta tener un cuerpo provocativo. La historia que voy a escribir es realmente verídica y la escribo con el consentimiento de Alberto, mi hijo, ya que fue el quien me animó a esto y quien me metió en el mundo de Internet. Yo soy una ama de casa normal y corriente, mi marido trabaja en una multinacional y con un importante cargo dentro de la empresa, mis hijos ...
    ... estudian y llevan a cabo caminos prometedores en relación a sus estudios, las cosas en casa van de mil maravillas. No hace mucho tiempo instalamos Internet en casa y Alberto se pasaba horas y horas navegando, buscando y encontrando. Yo aprovechaba cuando estaba sola en casa para curiosear en la red, hasta que me encontré con algo asombroso. Alberto tenía unos ficheros con una serie de relatos eróticos, todos trataban del mismo tema, el incesto de madre e hijo. Yo al principio me asusté e incluso se me pasó por la cabeza la idea de comentarle algo a mi hijo, pero decidí callarme. Con el tiempo aprendí a navegar de manera más ligera y encontré páginas de contenido erótico y pornográfico, poco a poco me iba metiendo en este mundo que es la red y poco a poco me iba aficionando a las fotos de enormes penes, a videos porno y a relatos eróticos, también de contenido incestuoso. Nunca he sido una adicta a la masturbación, pero debo decir que desde que me conecto a Internet me masturbo muchísimo ante el monitor, no pasa un día en que no me toque mi coñito mientras me leo un relato en el que una madre se acuesta con su hijo o mientras veo esas enormes pollas bien empalmadas ocupando toda la pantalla. Llegó el día en que solo pensaba en quedarme sola en casa para enchufarme al ordenador y gozar con mis deditos, la cosa me estaba obsesionando y llegué incluso a tener miedo de caer ante alguna adicción algo seria. Me estaba convirtiendo en una calentorra y casi cada noche le pedía guerra a mi ...
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