Un Macho Colombiano - Relatos Eróticos

Un Macho Colombiano

... que no se pero crecía más y más, a veces sentía que no podía más pero el sentirla dentro de mi hasta la nuca, me hacia estremecer de deseo, pasaron unos minutos y me hizo levantar me quito el pantalón y los bóxer y me acostó en la cama, con mucha calma me beso y me acaricio todo el cuerpo, luego me coloco boca abajo y me empezó a dilatar mi ano que estaba ansioso de probar semejante pija tan rica, con ese aroma de hombre que no puedo olvidar, me coloco un par de almohadas en mi vientre y se dispuso a penetrarme, sentía como pasaba su miembro de arriba a bajo por toda mi culo, que pedía a gritos lo penetraran, luego sentí que su glande ya estaba en la entrada de mi ano, el dolor era intenso, poco a poco sentí que ya estaba todo dentro de mi y la excitación era total, no se si llamarlo así pero era como un orgasmo anal, así lo describo y creo que cuando se esta con la persona que se quiere puede experimentar cosas nuevas. El bombeo empezó suave pero con la firmeza que se debe tener para que los dos disfrutáramos, solo apretaba las sabanas y así aguantar esa mezcla ...

... de dolor y placer que se siente. Fue una faena espectacular mi ano lo complacía totalmente, si hablar sentí que ya no podía aguantar más di la vuelta y lo tome de las caderas y me trague de nuevo todo su miembro acelerando así que se viniera con todo las fuerzas que le quedaban, su semen blanco y caliente inundo mi boca haciendo que le tragara todo, me sujeto por los hombros y me abrazo fuertemente a su pecho, nos besamos con toda la agresividad pero a la vez con esa ternura que marca ese momento de éxtasis, tomo mi miembro y me pajeo de la forma majestual con la que hace todas las cosas, nos recostamos y allí con los primero rayos de sol que alumbraban ese cuadro que no se si volvería a pasar. Me preguntaba que pensarían los que quedaron en la fiesta, pero no me preocupaba porque el que este a su lado siente la seguridad más irrompible del mundo, nadie absolutamente nadie puede decir nada sin su consentimiento. Mi amiga descansaba y sabia que si los dos nos perdíamos nada malo estábamos haciendo, y así fue , nada malo paso todo fue muy bueno, yo diría que mágico.