1. El vecino viejo verde seduce a una esposa sola


    Fecha: 02/11/2018, Categorías: Masturbación Voyerismo Sexo Duro Autor: MrJosh93, Fuente: xHamster

    ... que conteste. Mis gemidos lo hacen por mí. Me cuesta abrir los ojos. Quiero centrarme en cómo esas manos, esas manazas, atacan mis tetitas. Pero tengo que abrirlos, tengo que ver su cara mientras logras su victoria... Consigo abrirlos y lo veo... joder sigue mirando mis tetas, aunque ahora estén tapadas por sus manos, que las agarran, las amasan y las pellizcan. Según lo miro, se levanta del sofá y poniéndose tras de mí me dice al oído:- ¿Sabes que voy a hacer ahora?Y entonces oigo su boca abrirse y siento su lengua en mi cuello. Suspiro y gimo. Su boca al abrirse inunda la sala de olor a ginebra, cerveza y tabaco. Y sus manos... joder sus manos. Desde atrás, agarras mis tetas con fuerza. Ahora que no puedo mirarle a los ojos, me fijo en sus manos. ¡Cómo me agarra los pechos!, es delicioso.Me doy cuenta de que no he parado de bailar mientras él sigue jugando con su lengua en mi cuello y sus manos con mis pechos. Me agacho y tomo la botella de ginebra para darle un trago. Uno muy largo. El alcohol quema mi garganta. Se separa de mí y me mira. La única prenda que llevo son unas sandalias blancas de tacón. Ahora soy yo la que, sin orden de por medio, doy una vuelta despacito para que pueda mirarme bien.Él sonríe. Con el pantalón totalmente abultado y a medio bajar. Con esa sonrisa que está a medias entre lo garrulo que es, el vicio que esconde y la victoria. Me mira de arriba a abajo. Yo me doy otra vuelta más. Quiero que vuelva a mirar mi culo. Pero esta vez no se toca, como ...
    ... cuando me enseñaba la casa. Lo mira y, aún de espaldas, se acerca. Yo espero sus manos. Primero una va a una teta y la otra al muslo. Acarician con ansia. Después sus dos manos agarran mis muslos mientras siento de nuevo el olor a ginebra, tabaco y cerveza, señal de que ha abierto la boca y de que, seguramente, vuelva a usar su lengua. Efectivamente ahora la siento en mi cara mientras sus manos acarician mis muslos, después suben pasando por mi sexo hasta las tetas y se colocan sobre ellas como si fueran un sujetador humano. Las acaricia, juega con los pezones, las sopesa y, de pronto, las agarra con fuerza. Siento su polla sobre mis nalgas. Dura como una piedra.- Dios.... ¡qué buena estas! Te voy a follar como nunca te lo ha hecho el gilipolllas de Pablo, jajajajaja,- Todavía recuerdo lo que me dijo hace un rato, cuando, tonta de mí, le quité las manos de mis tetas.- ¿Qué te dije, vecina?Mientras dice esto, me da la vuelta y me pone frente a él. Ahora comienza a acariciar mi culo con las dos manos.- Me dijo algo parecido a ahora. Que le encantaban mis tetas y que me iba a follar como a una zorra. - Respondo sonriendo.- La diferencia es que, cuando me lo dijo antes, todavía pensaba que yo podía controlarme. - Sus manos amasan mi culo. Yo cierro los ojos de gusto. Nuestros rostros están separados un palmo. - Todavía pensaba que los hombres de verdad son las que nos tratan como princesas. - Pega su vientre contra el mío o mejor dicho, su polla contra mi vientre. Acaricio su pecho ...
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