1. El resurgir sexual de mi madre (segunda parte)


    Fecha: 05/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lertxundi, Fuente: CuentoRelatos

    Tras el espectáculo presenciado entre mi madre y mi amigo narrado en el relato anterior comimos los tres mientras mi madre nos preguntaba por la noche anterior, a ella se la veía feliz, exultante, mientras que a Edu entre el alcohol de la noche anterior y las pocas horas de sueño más bien estaba apático, lo que estaba claro es que no parecía que había echado un polvo con la madre de su amigo. Al terminar Edu se quedó en el salón viendo la TV por deseo nuestro mientras mi madre y yo nos quedamos hablando en la cocina: (Jaime) – Bueno, ¿y ahora qué? ¿Vas a pasar a la acción? (Candela) – No lo sé, creo que ahora tengo que enseñar (Jaime) – jajajjaja! ¿Qué vas a hacer? Miedo me das ahora (Candela) – tengo carta blanca por tu parte ¿no? Pues ya lo verás… Esas palabras de mi madre que días atrás era impensable que salieran de su boca hacía surgir en mí la duda de si había despertado a la bestia, pero por otro lado estaba deseoso de ver hasta dónde podía llegar, yo desde luego no la iba a parar. Y no tardé en ver a qué se refería, minutos después nos encontrábamos en el salón viendo la TV los tres y después de un par de resoplidos mi madre se dirigió a nosotros: (Candela) – chicos, hace mucho calor ¿os importa que me quite la camiseta y las deje al aire? Dijo mientras se señalaba las tetas, yo contesté y luego miré a Edu: (Jaime) – Bueno… a mí no me importa ¿a ti? (Edu) – No no, para nada, estás en tu casa. Se levantó, se quitó la camiseta y el sujetador y volvió a sentarse: ...
    ... (Candela) – muchas gracias chicos, a ver si así dejo de sofocarme. El resto de la tarde se la pasó enseñando su delantera y a ninguno de los dos nos importaba, a media tarde ella decidió ir a la piscina comunitaria de la urbanización que se encuentra a unos 5 minutos andando de casa, nosotros iríamos más tarde pero quería ver si Edu quería decirme algo de lo ocurrido esa mañana o esa tarde: (Edu) – Joder con tu madre Jaime Ahí está, me va a contar que se la ha tirado (pensé yo) (Edu) – no le importa enseñar las tetas en casa, ¡y eso que estaba yo! (Jaime) – ella nunca ha tenido mucha vergüenza (exageré yo), además, anoche me dijiste que te gustaban ¿no? (Edu) – si si, a mí no me importa que vaya así por casa, algo bonito que ver. Fuimos a la piscina con mis amigos y allí estaba ella con sus amigas, de aquel intervalo de tiempo lo único reseñable fue que nos confirmó que esa noche iban a ir todas al último día de las fiestas del pueblo, al igual que nosotros, claro. Volvimos a casa y tras ducharse nos volvió a pedir que si se podía quedar como antes, asentimos así que cenamos los tres en la parcela (cercada por arizónicas por lo que no nos podía ver nadie de fuera) junto con dos invitadas muy especiales; la conversación transcurrió bastante normal y distendida (quien diría que una de las personas se encontraba semi desnuda) y llegado el momento Edu y yo nos teníamos que duchar y prepararnos para la noche, decidí que fuera él primero así tendría tiempo para charlar con ella, en este ...
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