1. Cautiverio: día 2


    Fecha: 05/11/2018, Categorías: BDSM Sexo en Grupo Tabú Autor: coleccionista, Fuente: xHamster

    ... peor, quizá ellas estuvieran muertas. Quizá ellas estaban siendo violadas en ese momento. Se sentía sucia, no sabía cuánto tiempo había pasado desde que estaba ahí, no sabía qué hora era, seguramente estaban todos preocupados en su casa. Y entre sollozos volvió a caer en el sueño.***Un movimiento suave en el hombro la volvió a despertar.-Oye, oye. Tenemos que comer –dijo una voz.Al mirarla se fijó en que era la mujer que estaba a su lado durmiendo. Pero ya no tenía puesto el pijama, sino que llevaba un vestido floreado, bastante gastado y delgado, casi transparente; sus pezones sobresalían casi exageradamente, pues tenía unos grandes pechos, que hacían que el vestido se le ajustara demasiado, además que el ambiente era fresco, seguramente estaban duros.-Sí… –respondió Samanta, levantándose.-El pan que nos dan siempre es añejo… pero es mejor que nada.-¿Cuánto tiempo llevai aquí?Silencio. Le estiró un pan a Samanta.-¿Eri nueva, cierto? –dijo al fin.-Si… ayer desperté y…-Lo sé, lo sé. A todas nos lo hacen… acostúmbrate. Yo llevo meses… aunque han parecido años. Espera, perdón…Samanta estaba pálida, aterrada.-No… no te preocupí… prefiero saber esas cosas altiro…La mujer dudó antes de recoger un vaso y comenzar a beberlo, de a poco.-Disculpa, ¿cómo te llamas?-Samanta.-Yo soy Lorena, disculpa si fui algo brusca… hace tiempo que no estaba acompañada, a veces olvido lo difícil que fue al principio. Si te hace sentir mejor, yo estaba peor que tu…El resto fue silencio, cada una en su ...
    ... propio mundo. Ninguna sabía qué decir, a pesar de que Samanta quería preguntar muchas cosas.Pasaron horas, Samanta estaba aún agotada, se quedó dormida nuevamente en poco tiempo. Ya debía ser más de medio día y Lorena parecía cada vez más incómoda, se había sentado en la cama y movía las piernas impacientemente, gesto que despertó a Samanta.-¿Estai bien? –preguntó, preocupada.-No… creo que tuve mala suerte.-¿Cómo así?-Es que… estos weones, cuando compartes pieza siempre le echan laxante a una de las comidas.-O sea que tú…-Sí… necesito salir, no quiero hacerlo aquí.A duras penas se levantó de la cama, con las piernas juntas y con una mano entre ellas. Golpeó la puerta tres veces, sin decir nada.Un hombre habló del otro lado.-¿Qué? –dijo.-Tengo que ir al baño –respondió Lorena, el hombre se rió. Lorena, miró a Samanta, quien miraba sin decir nada. Le sonrió mientras abrían la puerta-. Tendré que irme por un rato, seguramente ninguna de las dos la pase muy bien las próximas horas… sé fuerte.Y se fue.A cambio entro el hombre que había abierto, miro a Samanta de arriba abajo y le lanzó un vestido, igual de gastado que el de Lorena.-Ponte esto y sígueme.Samanta lo recogió, aguantando el dolor de su trasero. Sabía que tenía que obedecer. Miró nuevamente al hombre, y éste no tenía intenciones de marcharse, la miraba expectante.-Apúrate.Intentando siempre mantener la calma comenzó a desvestirse lentamente, pero las manos y las piernas le temblaban. El hombre la devoraba con los ojos, ...
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