1. ESTE FUE MI INICIO, LO ACEPTO ¡SOY BISEXUAL!


    Fecha: 11/11/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    No supe que hace, prácticamente me tomo desprevenido y con las manos llenas de jabón. Solo atine a retirar instintivamente mi pene de sus manos haciendo mis nalgas hacía atrás, y le pregunte: Confieso que en mis años de estudiante de preparatoria me sentía atraído, de igual forma, tanto por mujeres como por hombres. Mis fantasías sexuales iban alternadas por diversas personas que me rodeaban en mi escuela, pero nunca tuve el valor de acercarme a alguna de ellas debido a mi timidez. Fue hasta ya avanzada la preparatoria cuando Javier, uno de mis compañeros, me invito a un club deportivo, del cual era socio, a pasar el día. Pasamos gran parte de la mañana en la alberca, y por la tarde antes de irnos a casa nos fuimos al área de regaderas. Nos duchamos obviamente en regaderas separadas, pero tal y como es costumbre en este tipo de clubs, no hay nada que de privacidad entre una y otra, así que podíamos seguir platicando mientras nos bañábamos. Note que Javier esporádicamente miraba mi pene, siempre con mucha discreción para que yo no me diera cuenta. Admito que yo hice lo mismo en varias ocasiones, y aunque el miembro de Javier era más pequeño que el mío generaba en mi cierto morbo. Cuando salimos del Club y subimos al coche rumbo a casa, Javier me hizo un comentario que no lo esperaba, me tomo por sorpresa, y me dijo: - Tienes el pito grande, seguro que las dejas contentas. Yo me sentí algo incomodo. No estaba acostumbrado a que ningún hombre me dijera algún comentario ...
    ... halagador sobre mi miembro. Solo atine a sonreír. Si supiera lo tímido que soy no lo creería. Finalmente Javier me dejo en casa, y quedamos de vernos después. Nunca me paso por la cabeza que tarde o temprano tendríamos un encuentro más cercano. Al paso del tiempo Javier me llamo y me pidió que lo ayudara a hacer algunas cosas en su casa, como yo no tenía nada que hacer accedí, y me puse en camino. Al llegar me recibió, y nos pusimos a empacar unos libros que estaban abandonados en un estudio, y que quería donar, pues él ya no los necesitaba, de hecho Javier no era un fanático de la lectura. Al cabo de un para de horas terminamos la tarea, y yo entre al baño a lavarme. Mientras me enjabonaba las manos Javier se aproximo a mi y sorpresivamente me empezó a acariciar el pene mientras me decía: -¿Sigue igual de grande que la última vez que lo vi? No supe que hace, prácticamente me tomo desprevenido y con las manos llenas de jabón. Solo atine a retirar instintivamente mi pene de sus manos haciendo mis nalgas hacía atrás, y le pregunte: -¿Qué haces?, déjame en paz. -No tiene nada de malo –respondió él- ¿qué nunca haz sentido curiosidad?, es de lo más normal. El temor me invadió, nunca había estado en una situación similar, y aunque me la había imaginado muchas veces, nunca con Javier, pero si con otros, me encontré ante las disyuntiva de acceder o rechazarlo. Mientras pensaba esto Javier ya estaba desbrochando mi cinturón y bajando la cremallera, metió la mano y saco mi pene; empezó a ...
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