1. OFELIA


    Fecha: 14/11/2018, Categorías: Hetero Autor: TEMPLARIOROYAL1960, Fuente: SexoSinTabues

    Relato completamente real El relato que les voy a contar es totalmente real, espero que les guste. Me encontraba una tarde esperando el bus de transporte de la empresa para la cual trabajo, cuando vi una dama madura acercarse por la vía contraria. Me la quedé observando: cuerpo delgado proporcionado a su baja estatura, cabello negro, buena cintura, así como también las caderas, senos regulares; al pasar cerca de mí, le dije: hermosa! Se sonrió, y siguió su camino, yo consulté mi reloj, y la seguí, dándole alcanze, y repitiéndole la misma frase, se sonrió nuevamente, pero esta vez habló para decir: gracias! Entablamos un pequeño diálogo, y logré conseguir su número de teléfono, yo también le dí el mío. Como a los dos días recibí una llamada, y sorpresa, era ella: Ofelia, ya que así me había dicho que era su nombre. Huelga decir que de aquí en adelante, yo la llamaba hasta de vicio, y le pregunté que cuando volvía a la capital, ya que vive en otra provincia; me dió la fecha, y yo contaba los días, hasta que por in llegó el gran día. Me llamó diciéndome a que hora y en que bus venía, así que procedí ráudo a mi casa a ducharme, y luego hacia la terminal de transporte. Llegó el bus, me acerqué a esperar, hasta que la ví aparecer, con ésa sonrisa que ya conocía, bajó, mientras esperábamos su equipaje, me dijo que estaba muerta de frío porque el bus tenía muy fuerte el aire, yo le dije que no se preocupara que allí estaba yo para calentarla, sonrió nuevamente. Nos entregaron su ...
    ... maleta, y nos dirigimos fuera a buscar un taxi, lo abordamos, le dí la dirección del hotél al taxista, y éste se dirigió hacia allá. En el taxi, la abracé, ella correspondió, le dije: -dame un beso- -espera que lleguemos- -dámelo, aunque sea pequeñito- Me dió un beso enorme, durante el cual parecía que nuestras lenguas estuvieran batallando, a ése beso siguieron otros, cada cual más apasionado que el anterior. Llegamos al hotél, nos registramos, subimos a la habitación, me senté en la cama, la atraje hacia mí, seguíamos besándonos; empecé a tratar de soltarle el cinturón, reaccionó un poco: -no crees que vas demasiado aprisa- -en la Academia Militar, aprendí que cuando sitie un lugar no descanse hasta que caiga- Dejo de resistirse, y le aflojé el cinturón, le quité la blusa, el brasier, los zapatos, el pantalón, sólo quedó un pequeño pantie de color verde. La deposité con delicadeza en la cama, y procedí a quitarle la última prenda de ropa, el pequeño pantie verde. Que espectáculo: aquella hembra desnuda, buenas tetas, buen cuerpo, bien proporcionado; cuando le quité el pantie, apareció una espesa mata de vellos negros, que cuca. Le acaricié la mota de pelos, las tetas, la hice virarse boca abajo, para apreciar unas hermosas nalgas, las acaricié, eran suaves al tacto. Acto seguido, volví a besarla, bajé a sus tetas, lamiéndolas, chupándolas, estaban deliciosas. Seguí bajando hasta llegar a esa espesa mata de vellos negros que cubría la entrada de su cuca, los aparté con mi ...
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