1. NUESTRA MAYOR PERVERSIÓN ES UN SECRETO (Parte 3)


    Fecha: 15/11/2018, Categorías: Lesbianas Autor: gonzo00, Fuente: RelatosEróticos

    ... intención era que se volteara así que se lo pedí, y ella así lo hizo, se dio la vuelta y me expuso sus dos nalguitas juntas, ese culo firme y redondo me encantaba, así que me di el gusto de darle un par de palmaditas, una en cada nalga a lo que ella respondía metiendo el culo y sacando su sexo hacia adelante. Posteriormente bajé mi mano casi al nivel de donde doblaba su pierna y le pedí que se arrodillara, ella sin voltearse se puso de rodillas junto a mí y se acomodó con las piernas abiertas, al hacerlo sacaba el culo y sus nalgas quedaron separadas. Se puso cómoda acomodando sus piernas, sus muslos se presionaban hacia abajo alcanzando a hacer contacto con sus pantorrillas, y así quedaron totalmente abiertas, enseñándome su ano y también su entrada vaginal, que rodeada por sus carnosos labios vaginales había quedado ligeramente abierta, desde ahí podía ver su raja entera, como esos labios vaginales se juntaban en medio hasta perderse donde se encuentra escondido su clítoris, sus labios vaginales tan rojizos y tiernos eran realmente atrayentes, y es que la vagina de mi hermana era tan excitante que no tarde nada en dejarme tentar por tocarle. Y así fue que le metí una manoseada por toda la raja, sentí un cosquilleo en mi propio sexo al sentir sus carnosos labios vaginales en toda mi mano, su piel era tan suave y ligera que realmente disfruté de pasarle la mano por toda la vulva. Luego se la solté y tomé nuevamente el consolador, me junte más a su costado, mi muslo rozaba el ...
    ... suyo y la tome por las nalgas. Las nalgas de mi hermana como de toda jovencita de su edad eran redondas y firmes, a mí me gustaba acariciárselas, me gustaba lamerlas pero sobre todo me gustaba acomodarme en medio y ocuparme de su ano. Sus nalgas abiertas hacían que la piel de su ano se dilatara espontáneamente, así que el fondo de su ano podía verse desde afuera fácilmente, puse mi mano encima y cubrí su ano, al apretar ligeramente mis dedos noté como podían entrar a su interior sin mucho esfuerzo, pero no era esa mi intensión sino pasarle el consolador por entre las nalgas rozando toda esa piel arrugada que rodea su ano. Y así fue como se lo hice yendo y viniendo con el consolador sobre su ano; llegando a rozar incluso aquella piel que separa su ano de su vagina, eso seguramente le producía cierto cosquilleo y la estimulaba, haciendo que ella misma mueva sus nalgas para frotarse más con el consolador que tenía en medio, además que me miraba volteando la cabeza con esa su sonrisa radiante que manifestaba el gusto que sentía. Cuando ya termino de menear las nalgas, agarré firme el consolador apuntando uno de los bordes hacia su ano, hice un poco de presión para que entrara hacia adentro pero su ano al parecer no quería recibirlo pues no paso de la entrada, le di un par de nalgadas para que aflojara su esfínter pero ni así cedía el culo, me percate que era cuestión de lubricación para que resbalase hacia adentro, entonces retirando ese borde del consolador de su ano me lo lleve ...