1. Mi pequeña groupie personal


    Fecha: 15/11/2018, Categorías: Jóvenes Autor: pinkblood, Fuente: RelatosEróticos

    ... para decirme “lo estoy haciendo bien? te gusta?” sin dejar de masturbarme vigorosamente. “Me encanta, mójalo un poco más”. Después de unos minutos de demostración me decidí a ayudarla. Tomé su nuca con mi mano izquierda, tirando poco de su pelo. - Te han follado la boca alguna vez? - No, nunca - abre grande, pon tus manos en mis piernas y relaja tu garganta - tengo miedo, es muy grande - te va a gustar, te lo prometo Comencé de a poco a meter mi pene en su boca probando su límite que para mi sorpresa era mucho más profundo de lo que esperaba. Aceleré paulatinamente el ritmo y la intensidad de la cogida, mientras sentía correr su saliva por mi pene hacia mis bolas, cayendo en el suelo y en su ropa. Llegué a metérselo lo más profundo, su nariz casi tocaba mi abdomen y en esa posición le dije: - Mírame, te gusta? - Con sus ojos llorosos asintió entusiasta - Ahora voy a follarte. Retiré su cabeza con mi mano, me subí el pantalón y la ayudé a ponerse de pie. Sin decir otra palabra la tomé de su mano y subimos a mi habitación. Al llegar me senté al borde de la cama con ella de pie en frente. - Muéstrame esas tetas fantásticas que tienes - Le dije. Se sacó el top negro que traía y desplegó dos hermosos monumentos bajo un sostén de encaje negro. Mientras se lo sacaba yo bajé mi pantalón otra vez para honrar esa hermosa creación. Con sus tetas descubiertas en todo su esplendor la abracé de la cintura y la acerqué a mi, mientras chupaba sus perfectos y grandes pezones le bajaba ...
    ... el pantalón. En ese momento pude ver que su calzón hacía juego con su sostén. - Veo que tenías planeado todo este encuentro - Lo estoy planeando desde que tocaste en mi colegio - Me encanta, eres una putita - Ahora soy tu putita La di vuelta, con su culo mirando hacia mi. - Tómate los tobillos - Cómo? - Toma tus tobillos con tus manos. En esa posición le bajé el calzón y comencé a pasar mi lengua lentamente, primero por sus nalgas lo que me permitió experimentar los movimientos de sus cosquilleos. Luego, sin más, comencé a lamerle el culo hacia su concha, una y otra vez, metiéndola y sacándola de sus orificios. “Siiii, que rico, no pares!” me decía, hasta que tuvo su primer orgasmo. Insistí con mi lengua en su concha hasta que sus espasmos le hacían alejarse involuntariamente de mi. En ese momento me paré detrás de ella, puse mis manos en su cintura y lenta, pero decididamente penetré su concha, completamente empapada con sus jugos y mi saliva. Con mi pene dentro suyo, no fue capaz de mantenerse en la posición que le había ordenado, de modo que también quedó de pie, encorvando su espalda hacia adelante para recibir mis embestidas. Con una mano la tomé del pelo para impulsarla hacia mí y con la otra acariciaba sus nalgas y sus tetas. “Me encanta que me lo metas tan duro, sigue así por favor!”. Yo, obediente, seguí cada vez más fuerte follando esa concha exquisita hasta darle su segundo orgasmo. Con sus piernas tiritando se agachó para darme sexo oral otra vez. Sin dejar de ...