1. Me acosté con el amigo de mi hijo


    Fecha: 16/11/2018, Categorías: Confesiones Autor: maribel, Fuente: CuentoRelatos

    ... unos tacones que me hacían ver aún más alta. La plática se iba subiendo de tono al igual que la mano del chico, hasta que logro tocarme mi vagina y fue cuando me estremecí y rápidamente le saque la mano y pensé: que estoy haciendo? Es el amigo de mi hijo? Pero el insistente volvió a meter su mano y logo hacerme la tanga a un lado y empezó a tocarme el clítoris, el muchacho tenía experiencia y se le notaba, yo lo deje seguir, acerco su cara a la mía y yo como una quinceañera lo comencé a besar, nos besamos como un par de jovencitos de prepa, el sí lo era pero yo noo, yo ya tenía 39 años, saco su mano de debajo de mi falda toda húmeda de mis flujos y con ella me saco mis pechos de la blusa y del sostén y empezó a lamérmelos, yo ya estaba muy cachonda y no podía pararlo y no quería hacerlo, mientras me lamia los pechos con una de sus manos tomo la mía y me hizo que la metiera por debajo del pantalón, empecé a sentir como su pene palpitaba, se sentía grueso y lo era, el muchacho estaba muy bien dotado y eso me atrajo aún más, desbrocho su pantalón y pude apreciar su pene era largo y grueso, quite su cara de mis pechos y así sentados como estábamos me incline y empecé a mamarle su verga, tenía tiempo sin hacerlo y la verdad lo extrañaba, así estuve buen rato hasta que mi propia calentura me hizo levantarme y levantar mi falda, me puse de espaldas a él y le mostré mis nalgas mientras bajaba mi tanga, apenas había sacado mi tanga cuando él me jalo hacia el donde estaba sentado y ...
    ... caí sentada exactamente con su verga entre mis nalgas, claro no se me metió, si no hubiera dado un buen grito. Trato rápidamente de metérmelo pero yo lo pare y le dije: espera, mejor vamos a mi cuarto. Lo agarre de la mano y se vino caminando atrás de mí. Apenas entramos a mi cuarto cerré la puerta nos desnudamos los dos completamente me recosté en la cama, el enseguida se subió y se colocó entre mis piernas y comenzó a besarme nuevamente, parecíamos recién casados, mientras me besaba yo sentía su verga rozar mi vagina hasta que no aguante más y le dije: “métemela ya”. El enseguida no lo pensó dos veces y me la enterró toda de una, yo solo di un pequeño gemido y empezó a bombearme, estuvimos un rato así y le dije: “date vuelta, ahora acuéstate tú que ahora te cogeré yo”, se recostó boca arriba y yo me le monte de frente a él y empecé a cabalgarlo, me di vuelta pero aun cabalgándolo, ahora ya estaba de espaldas a él. Estuve cerca de 20 minutos montándolo y ahora él fue quien me dijo: “doña Mari podemos hacer otra posición?” Yo: “si hijo”. El: “puede ponerse a cuatro patas?”. Apenas me lo pregunto y enseguida me levante y me puse como me dijo. Se puso detrás de mí y empieza a halagarme: “ay señora que buenas nalgas tiene, que nalgotas”. Yo le dije: “por hoy son tuyas hijo, aprovéchalas, vamos cógeme ya que ya me quiero dormir”. El: ·como usted diga doña Mari”. Estuvimos ahí coge y coge y hasta que se vino dentro de mí, obvio ya estoy cuidándome si no nunca lo hubiera dejado. No ...