1. Sofía Ardiente Volcancito, Cap. 12 ¨*¨Gran Final¨*¨


    Fecha: 17/11/2018, Categorías: Hetero Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... el un viejo de casi 75 años, pero con un vigor que le daba esas mágicas pastillitas azules a la que él ya se había acostumbrado a usar antes de alguna buena relación sexual, con sus niñas. Ya una vez que Keila alcanzo un par de orgasmitos, él retiro su hombría que estaba en ese estuche cálido y se dio a pasarlo lentamente en el anito rosado de la chica, haciendo una presión suave, pero firme, hasta que logró punzar y hacer abrir ese ojito trasero que se le movía y le dificultaba la penetración, pero hasta ahí logró meter José su glande, ya que por el esfuerzo de hacer acabar a Keila y la poca intromisión en su anito, no aguantó las sensaciones que le daba el esfínter anal femenino y se vació regándole todo el contenido espermático en las nalgas, espalda y fuera de su ardillita de la nena, que era en esos instantes una fuente de calor intensa. Los días pasaban y los encuentros se continuaban a diario entre sus ahijadas y su princesa Sofía, quien no lo dejaba ya sólo con ellas, ya que en lapso de menos de una semana don José perdió peso corporal, se le notaba pálido e inapetente para los alimentos, pero con un apetito voraz por sus ahijadas a las cuales a las tres chiquillas ya las había desvirgado analmente y se estaban haciendo adictas a los actos anales por las noches con él, su princesa Sofía contribuía a que las chicas le dieran placer las tres a la vez y ella sólo de espectadora ya que dejaba que las tres lo hicieran juntas con él y en algunas veces ella interactuaba con ...
    ... ellas en las que las espectadoras eran Aleida y Tania, quienes desde un mueble de la recamara observaban y escuchaban los ataques de él hacia las trillizas o viceversa de ellas hacia él, mientras las espectadoras la tierna Tania se daba sus masajes en su partecita de niña y Aleida igual se daba con una manita una buena masturbación, hasta alcanzar sus orgasmitos intermitentes y con la otra mano le daba dedito a Tania, la cual se dejaba hacer hasta terminar en un torrente de lluvia dorada y entre temblores de cuerpo terminaba casi desmayada, ambas niñas no entraban en los juegos de la carne que se daban entre las trillizas, Sofía y don José, ya que comenzaban desde las 9 de la noche y terminaban al escuchar el trinar de los pájaros en el jardín, para caer exhaustos los 5 elementos participantes, casi todas las noches, mientras Tania y Aleida se retiraban a su recamara a higienizarse y dormir hasta pasado el mediodía, aunque en algunas ocasiones entre estas tiernas damitas de tanto ver y escuchar ellas mismas terminaban haciéndose sexo a base de tocamientos, oral y de frotes muy eróticos, hasta sentirse satisfechas entre ellas y desnudas dormían abrazadas y muy pegaditas de sus cuerpos, habían creado entre las dos una fuerte relación de amor, cariño y comprensión sin rayar en el lesbianismo, machorrísmo o bisexualidad, ya que las dos son mujercitas al cien por ciento, pero muy unidas y hasta el día de hoy se cuidan y se protegen mutuamente, procurándose ambas chiquillas. Bien ...