1. Vicky


    Fecha: 18/11/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Lo que narro a continuación son hechos ciertos, expuestos en la forma en que lo recuerdo, ocurrieron hace ya veinte años y mi memoria, mis fantasías y nuevas experiencias pueden influir en pequeñas variaciones no intencionales. Corría el mes de mayo del año 83, llevaba separado de mi esposa poco más de un mes y mi mundo estaba hecho trizas. Yo, viviendo completamente solo en el apartamento alquilado un año atrás, salía de casa para mi trabajo, me encerraba en la realización de mis labores, de tal manera que no había otro mundo, al salir del trabajo volvía directamente a el apartamento y de inmediato comenzaba a lavar mi ropa, limpiar una parte del mismo, preparar mi cena, comerla viendo las noticias, fregar y recoger los trastos para caer rendido del sueño sin darme un minuto para pensar en absolutamente cualquier cosa. Yo trabajaba en una empresa de servicios de telecomunicaciones, sólo éramos siete personas, el Gerente General (administrador y vendedor); La secretaria general (archivista y telefonista); el asistente de administración (encargado de la documentación bancaria, legal y contable; atender a los clientes en ausencia del administrador y otras); el ingeniero (en electrónica) encargado de la parte técnica del negocio; los dos instaladores y yo, ostentaba el cargo de Gerente de Cobranzas, no tenía personal a mi cargo por lo que debía encargarme de todo el proceso y documentación correspondiente, además, siendo que al salir a cobrar, me sobraba tiempo y, me desplazaba ...
    ... en una motocicleta; siempre me han fascinado las motos, me apasionan; me encargaba de todas las diligencias propias de un mensajero (con la autoridad y el poder de tomar decisiones propias de un empleado de confianza de alto nivel) Ocurrió un día que la secretaria notificó que por razones de salud debería ausentarse por uno o dos meses, el Gerente General le ordenó que consiguiese a alguien que la sustituyera por ese tiempo y le enseñase todo lo que fuere relevante para evitar una situación traumática en las operaciones. Lucy, que así se llamaba la secretaria, contactó a una empresa especializada en suministrar personal temporal y al día siguiente llegó la hermosa dama que, junto a mí, el villano, protagoniza esta historia. Era una mujer suramericana, su piel era aceitunada y tersa, la piel de una autentica india, su rostro, hermoso, la delataba inmediatamente como descendiente de andinos, su cabello, bien cortado y largo hasta los hombros, pintado cuidadosamente de un color oro como el sol que contrastaba divinamente con lo aceitunado de su piel, no era muy alta, yo diría que 1, 65 m poco más o menos, vestía una chaqueta de color oscuro, creo que era de cuero, una blusa blanca estampada con unas figuras en diversos tonos de rojo, bastante traslúcida, no transparente, una falda bastante corta sin llegar a ser indecorosa que hacía juego con la chaqueta, medias nylon del mismo color de su piel y unos elegantes zapatos de tacón alto. Comenzando apenas las labores del día, como a ...
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