1. SEMILLAS DE INCESTO


    Fecha: 18/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    En Carmela no se vislumbraban aun asomos de pechitos pero a través de sus braguitas mojadas se veía su vagina gorda y lisa partida por su rajita, en cambio a Sandra ya se le notaban las teticas en crecimiento y su vagina más grande. SANDRA, CARMELA, SU PAPÁ Y YO Les narrare las vivencias de cómo forme mi familia. Vi la mirada de Juan triste al arrimar a su finca a pedir trabajo, pues me encontraba en mala situación económica. - Miguel, yo si necesito quien me ayude pero de forma permanente, no como los temporeros que solo vienen a recoger la cosecha de café, aquí va a tener techo y comida y creo que el dinero que le puedo pagar es un buen sueldo para un muchacho soltero como usted, ¿Qué dice? - Gracias Juan, yo si le acepto, vera que no le voy a quedar mal. - Sandraaaa, llamo a su hija, y cuando vino le dijo que nos trajera algo fresco para tomar. Sandra nos trajo sendas tasas de mazamorra de maíz con leche y panela picada en trocitos. Después le dijo que arreglara la alcoba que ocupaba ella porque esa iba a ser para mí. - Y yo ¿Dónde duermo papá? - Con tu hermanita o conmigo. Poco a poco fui integrándome en la familia, por ejemplo me entere que la mujer de Juan lo había abandonado hacía 4 meses dejándole las 2 niñas, Sandra próxima a los 10 años, muy linda con un cuerpecito bien formado, inteligente y alegre y Carmela 8 años y medio, muy cariñosa con su papá, juguetona con su hermana pero tímida al hablarme y estudiaban en una escuela rural por las mañanas. Por eso comprendí ...
    ... la tristeza de Juan, incluso su mal genio, pero a unos 2 meses del 10º cumpleaños de Sandra Juan empezó a cambiar, se veía más enérgico, más alegre, ya no regañaba tanto, desde que Sandra me había cedido la habitación se había pasado a dormir a la cama matrimonial con Juan, empecé a escuchar en las noches risas y juegos de Juan con sus hijas lo cual se me hacía normal. Había relegado varias funciones en mí, como ir a hacer mercado al pueblo los domingos, transmitir órdenes a los trabajadores temporeros incluso pagarles los sábados previa firma de un recibo, también llevaba bultos de café seco en la camioneta Willis y vigilaba el pesaje en la compra venta de don Pablo, en fin era como un capataz y su hombre de confianza. Recuerdo en especial un domingo en que después que terminamos los oficios obligatorios en la finca Juan armo paseo para el río, empacamos comida y lo necesario para el baño, al llegar a un paraje muy bonito el río formaba un charco de aguas cristalinas y frescas con una playa de arena suave nos dispusimos a refrescarnos y a pasar la tarde, Sandra y Carmela se metieron al agua con solo tanguitas, pues no tenían vestido de baño. En Carmela no se vislumbraban aun asomos de pechitos pero a través de sus braguitas mojadas se veía su vagina gorda y lisa partida por su rajita, en cambio a Sandra ya se le notaban las teticas en crecimiento y su vagina más grande. - Papá, Miguel, métanse ya, nos llamó Sandra. Me metí al agua no tanto por que me llamaron las niñas sino ...
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