1. Fantasía erótica: Lorna


    Fecha: 21/11/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: OscarVilla, Fuente: CuentoRelatos

    Fue una sensación especialmente extraña para mí por todo lo que tenía de morbosa, por todo el significado que encerraba en sí misma. Me senté delante de mi ordenador y durante unos breves instantes lo dudé, una serie de dudas asaltaron mi mente. Sin embargo pudo más la curiosidad, el deseo de saber, la necesidad de acercarme cada vez más y más a una verdad que me sigue sorprendiendo. Tras teclear el código conocido se abrió, delante de mí, aquel universo misterioso de nombres y dígitos. Tal vez una veintena de direcciones de correo electrónico se alineaban en aquella lista de contactos. Los miré uno a uno, los leí detenidamente. La mayoría de ellos no aportaban nada especial, ni tan siquiera un nombre sugerente. Tan solo una par de ellos, a lo sumo cuatro, no dejaban duda de lo que buscaban o pretendían. Quedé pensativo. Fue como si de repente me diese de frente con la vida de alguien metida en un ordenador. Allí había días de amable tertulia mezclados con noches de frenética lujuria. Un poco el fiel reflejo de la vida misma. Allí estaban nombres que dejaron huella y otros que ni siquiera se pueden recordar. Todo estaba allí como por arte de magia. Volví a mirar aquella lista. Allí, ocultos tras unos nombres complejos, se escondía una buena parte de los hombres que te vieron desnuda, de los hombres que gozaron de tu cuerpo incluso en la lejanía de la red. Pensé en ello. Te imaginé desnuda delante de tu cámara, tocándote, dándote placer con tus manos como si de las manos ...
    ... del hombre con quien conversabas se tratase, mientras del otro lado de la cámara él se masturbaba de modo frenético. Vi incluso tus espasmos al alcanzar el orgasmo. Creo que aquello me excitó. Me imaginé una tarde cualquiera tal vez de primavera. Un tipo llega a casa cansado de una jornada de trabajo agotadora. Su mujer todavía no ha regresado. No sabe muy bien lo que hacer así que se conecta a uno de los chats que frecuenta. Una sala tal vez de sexo o de mayores de cualquier edad, de sumisión o de cualquier otra cosa. Coloca su apodo, su alias, y entra, comienza a navegar por el mundo siniestro y misterioso de las conversaciones sin rostro. De repente, como de la nada, surge un nombre de mujer, “lorna”, “encadenada”..., qué más da. Comienza la conversación quizás al principio poco fluida sin embargo, lentamente, el mundo de los ocultos deseos se asoma a la extraña ventana de múltiples tonos y las mentes inician su liberación. La temperatura de la conversación sube poco a poco. Las cámaras se encienden y un universo de sensaciones surge como un torrente que todo lo invade. Se habla de fantasías, de perversos deseos, de sueños irrealizables, de pasiones morbosas y al final, la mujer se pone en pie, se separa de la cámara y comienza a desnudarse para que su circunstancial compañero de eróticos juegos disfrute, aunque solo sea virtualmente, de su cuerpo, mientras ella alcanza un terrible orgasmo. Hoy, por la magia de lo imposible, yo soy tu. Pocos de aquellos contactos están ...
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