1. Historia de Lidia


    Fecha: 14/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Anal Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... tan fuertemente agarraba que no bien hizo presión con su tronco, inclinándose sobre mí, haciendo que quedase tendida en la cama, no me resistí más y lo comencé a besar yo también. ¡Qué bien me sentí entre sus brazos!, ¡Cuánto hacia que no me besaban y acariciaban! Me deje llevar y cuando comenzó a acariciarme deje escapar unos suspiros indicando cuanto me agradaba. Ese día jugaba argentina, no recuerdo contra quien, pero acabamos como ese partido, yo tres y el dos, por lo cual él me dijo “me debes uno, por eso la próxima vez me lo tendrás que pagar, haciéndome acabar una vez mas a mí”. A partir de ese día lo hacíamos tres o cuatro veces por semana, y casi siempre que me la metía más aumentaba mi deuda con él porque acababa yo más veces; a mí me gustaba mucho como me cogía pero como ya no me lubricaba tan rápido y él venía casi siempre con el tiempo justo para un polvo rápido, yo quedaba muy dolorida, por lo que para no perder a ese joven que me hacía sentir deseada y me hacía acabar como nunca lo había hecho, en muchas ocasiones lo hacía acabar en mi boca, entre mis pechos con los cuales le hacia una paja o en mi mano la cual se puso muy practica en ese periodo. No obstante él no se conformaba solo con esto y comenzó a pedirme el culo. Jamás yo lo había hecho por allí, nunca me lo habían pedido, pero él lo hizo y yo como no quería que dejase de cogerme un día se lo di. Me dolió mucho, a pesar de que uso manteca para lubricármelo, pero a partir de ese día ya dispuse de otra ...
    ... forma de hacerlo acabar y por lo tanto de tenerlo junto a mí. Los encuentros que tuvimos fueron muy buenos, por lo menos para mí, ya que en todos acababa y gozaba como nunca lo había hecho y creo que para él también fueron buenos ya que cada vez que me regaba con su leche, sin importar donde me la vertía o como se la sacaba, sus gritos eran muy fuertes. Sinceramente no puedo decir si la tenía grande ya que, como ya he dicho, no hubo muchos hombres en mi vida por lo cual mi experiencia en ese sentido es poca, lo que sí puedo decir es que uno de los hombres con quien estuve la tenía más gruesa aunque la suya era más larga, no sé cuánto mediría, ya que nunca la medí, solo puedo decir que le llegaba dos dedos por encima del ombligo y que a mí me gustaba sentirla dentro mío, sobre todo cuando él acababa y sentía su leche dentro mío. Si bien le entregue mi culo, ese agujero virgen que pensé que así lo llevaría a la tumba, jamás pude tragarme su leche, a pesar que muchísimas veces se la chupe hasta que no salía una sola gotita más de su verga. Bueno, disculpen lo larga que fue la presentación pero es que si bien escribo esto, lo que es verdaderamente cierto, no quiero que crean que desde un primer momento me cogió por donde quiso. Lo escribo para que sepan que no todas las historias son iguales y que a pesar de tener ya unos años se puede gozar si el hombre y la mujer tienen deseo. Llegado a este punto creo que es el momento de contar lo que me paso un día sábado, con este joven. Él ...
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