1. Vacaciones muy movidas, el primer día


    Fecha: 22/11/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... dos desconocidos me cogieran allí mismo, mientras mi maridito seguí con la mona a un par de metros.“Bueno…, muchas gracias” Dije, mientras buscaba su mejilla para darle un beso inocente.El rubio rápidamente giró la cara y me estampó un beso en la boca. Quise alejarme hacia atrás, pero mi cola chocó contra la verga endurecida del morocho, que también muy velozmente se había colocado detrás de mí, sin que yo lo notara.“Chicos por favor, no se equivoquen!” Dije suavemente, poniendo cara de nena inocente.“Qué pasa, no te gusta, bebota?” Preguntó el morocho, que ya me apretaba contra su bulto.“Soy una mujer casada… y fiel a mi marido…” Contesté, sintiéndome un poco sobrepasada.“Tu maridito no se despertaría ni a cañonazos”- dijo el morocho aferrándome todavía más por la cintura y haciendo presión con su pija contra mi cola.Entonces el rubio volvió al ataque; su mano acarició mi rostro, mientras su boca buscaba el contacto con la mía. El otro seguía apretando cada vez más fuerte mi cintura, para facilitar que su pija se apoyara en el lugar preciso, entre mis redondeadas nalgas, ahora casi indefensas; solamente cubiertas por el liviano vestido de verano que llevaba y una tanga de algodón muy diminuta. Finalmente vencieron mi poca resistencia y los dejé hacer lo que quisieran.Ahora las manos del rubio fueron directo a mis tetas, su contacto suave me provocó dejar escapar un suspiro, muestra de que estaba disfrutando bastante de lo que ocurría. No podía negar que el sentir esa pija ...
    ... contra mi culo y esas manos adueñándose de mis tetas formaban parte de la más oscura de mis fantasías.“Basta, paremos acá… por favor, chicos” les supliqué casi sollozando.Por toda respuesta, mientras el rubio ya me soltaba los breteles del vestido, descubriendo mis pechos, el morocho lo levantó por detrás, dejando expuesta mi cola y acariciando ahora mi pubis con una de sus manos.“Por favor…” alcancé a suspirar suavemente, mientras me invadía una excitación inexplicable.Pero al parecer mi cuerpo estaba en una sintonía distinta a mi cerebro, ya que, casi sin pensarlo, mi mano bajó a buscar la verga del morocho y comencé a acariciarla por sobre el pantalón.El rubio por delante ya me deslizaba el vestido hasta el suelo. Le brindé una sonrisa cómplice, mientras miraba por sobre su hombro hacia mi esposo para comprobar que aún seguía fuera de combate… y así estaría durante varias horas…El morocho ya se había abierto la bragueta del pantalón y entonces pude tocar su verga que me pareció bastante grande al tacto. Por supuesto, ya estaba durísima, tremendamente dura, mis dedos recorrieron las rugosidades de las venas, me pareció una verga muy agresiva.El rubio ahora me había deslizado la tanga a un lado y estaba metiendo un par de dedos en mi concha, que cada vez se humedecía más con ese contacto. Gemí suavemente y me sentí completamente entregada a merced de estos dos machos.Despacio me hicieron arrodillar y me encontré entonces dos hermosas pijas a la altura de mi boca. Una la tomé ...