1. Satanica


    Fecha: 22/11/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Key-Q, Fuente: SexoSinTabues

    ... en la entrada, para enseguida dar otras tres estocadas tan o más penetrantes que la primera en las cuales sentí como lanzó su cálido semen en mi matriz y acto seguido se bajó. Vi que las demás también se habían puesto en cuatro y sus respectivos chivos ya las estaban montando, pudiendo apreciar esos delgados y largos penes que nacían casi de la mitad de sus vientres y se encajaban en promedio unos 20 centímetros al interior de cada bruja, cuando repentinamente sentí que Belcebú se me subía nuevamente a repetir su precoz eyaculación, lo que volvió a hacer un par de veces más para luego echarse a descansar. Momento en el cual la matriarca me indicó que me podía acercar a las otras hermanas a presenciar el acto más de cerca. Lo que llevada por mi curiosidad obviamente hice y pude observar los inmensos testículos que tenia cada uno de ellos, también corroborando lo delgado de sus penes que en la punta eran como del grosor de mi dedo pulgar engrosándose levemente a medida que acercaba a su base. A algunas sus chivos no sabían, no podían o no querían montarlas y había que ayudarlas. Varias gozaban mucho cuando los machos eyaculaban dentro de ellas y daban gritos de lujuria, pero yo pese a sentir rico esa caliente y jabonosa zanahoria de carne penetrándome, lo corto del coito me desilusionaba no percibiendo gran placer por ello. Pese a que Belcebú me hizo suya dos veces más esa noche, no encontré que fuese una gran experiencia, pues entre una y otra montada pasaban cerca de 3 ...
    ... horas. , era más el morbo de ver y ayudar a las otras que el sexo mismo experimentado por cada una. Siendo la mayor decepción para mí el hecho de no sentir ningún poder sobrehumano en mí, ni tener la certeza de que alguno de los hechizos aprendidos realmente sirvieran para algo. A la mañana siguiente me pasaron a dejar a mi casa en el furgón y me sentía muy vacía, además de la resaca por la trasnochada y el alcohol ingerido, la idea de ser ya supuestamente una bruja y sentirme incapaz de realizar un hechizo o algo así para ejecutar mi planeada venganza, sintiéndome muy estúpida por haber creído en esto. No obstante cuando iba entrando en la casa me recibió nuestro perro que coincidentemente también es totalmente negro y se fue directo a olfatearme mi sexo, percibiendo ahí restos de semen del chivo o aroma del celo de las cabras, ya que no nos lavamos limpiándonos solamente con papel higiénico pues en ese bosque no había agua potable solo una noria de cual había que hervir el agua para poder beberla. Irónicamente ahuyenté a mi perro diciéndole. ""Sal de aquí Belcebú. , me has seguido hasta mi hogar para seguir haciéndome tuya. !!!"". , y rompí en una carcajada que hizo despertar a mis padres. , sonrisas que sirvieron de consuelo para lo derrotada que me sentía. Pensé en ir a bañarme, pero eso podría levantar algún tipo de sospechas y me fui a acostar así de sucia como venía. Desperté cerca del medio día y en mi mesa de noche había una nota de mamá que indicaba que habían ido de ...
«1234...»