1. La V. de C.


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... situación que resultaría muy golosa para una persona aficionada a tratar con dureza a los alumnos. Pasaron unas horas y a través de el cristal de la puerta de su clase vio asomar el severo gesto del hermano B:; su corazón se puso a palpitar con fuerza y esperó nervioso los acontecimientos. El hermano entró y hablo en voz baja con el profesor, ambos miraron hacia T. y el profesor le indicó que acompañara al hermano, T. se levantó y le acompaño fuera. Una vez en el pasillo este le dijo a T... estoy al corriente de lo que hiciste esta mañana, y también se por el hermano F. Que reconoces tu culpa y que sabes que mereces un castigo ejemplar, he sido informado por otro lado de que conoces unas normas disciplinarias que pretendo que cumplas, por lo tanto has de ir a mi despacho, prepararte, y esperar a que termine mi clase para recibir tu merecido... T. escuchaba con la cabeza baja , las manos a la espalda y torciendo hacia dentro un poco las puntas de los pies, consciente de que actitud provocaba aún más a su castigador y asintió con la cabeza mientas se volvía y dirigía a la parte del colegio donde estaban los despachos de los hermanos, junto a sus dormitorios. Cuando abrió la puerta del antiguo despacho, el olor a madera vieja, cuero y barniz excito más su imaginación. Al fondo, sobre la mesa de roble, rodeada de plumines, cuartillas y sobres, quedaba iluminada por la tenue luz que se filtraba salpicada de millones de motitas de polvo una larga y fina vara de bambú. T. se ...
    ... aproximó despacio y con el corazón en vilo tomó el duro intrumento en las manos y sopesándolo lo blandió asombrándose de su flexibilidad y del agudo sonido que provocaba en el aire, esto le produjo algo de miedo y mucha curiosidad por sentir en sus nalgas el mordisco de la vara. Al tiempo, ya se había preparado y llevaba un buen rato completamente desnudo sobre la mesa, en la posición requerida, cuando oyó pasos y entró el hermano B. que contemplo atónito el espectáculo, T. permanecía arrodillado con los brazos muy estirados hacia delante , la espalda exageradamente arqueada y las piernas juntas y rectas elevando así notablemente las nalgas y dejando a la vista el rosado orificio del ano. En equilibrio sobre las plantas de los pies tenía la larga y fina vara de bambú, que al oir aproximarse a su verdugo, doblando y levantando hacia ariba las piernas ofreció a su castigador sumisamente y este sorprendido y excitado la tomo con suavidad .T. volvió a acomodar los pies sobre la mesa cruzando uno sobre otro al tiempo que ofrecía aun más el trasero y abrió y cerro lentamente el ano de placer. El hermano blandió la vara e introduciendo un dedo en el ano lo dobló hacia dentro y apoyo el pulgar en la columna parta forzar la postura y evitar que se moviera, levanto la vara y propinó un fortísimo y lacerante varazo que cruzo de lado a la lado las jóvenes y blancas nalgas del muchacho, quien contrayendo el ano con fuerza profirió un fuerte resoplido mientras las lagrimas se escurrían de los ...