1. ¿No te follaste a tu suegra?


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    ... buscando mayor intensidad en el jugueteo vaginal.Alterados por la tremenda situación a la que habíamos llegado, nos miramos y como si lo hubiéramos acordado previamente, nos levantamos y tomados de las manos nos dirigimos al dormitorio. Sin hablarnos nos despojamos de nuestras prendas con la velocidad del rayo y en un abrir y cerrar de ojos estábamos desnudos sobre la cama en posición para realizar un 69. Con decisión tomó mi verga y se la llevó a la boca y prácticamente la deglutió. Su lengua comenzó a lamer todo el recorrido de mi pene para detenerse en el glande y darle unas chupadas en donde hizo jugar también sus labios y el interior de sus mejillas en un trabajo de succión que debo confesar nunca me habían hecho. Era un verdadero delirio y hube de esforzarme al máximo para no acabarle en la boca.Por mi parte, retomé la acción sobre su pilosa vagina. Ahora mi lengua, larga y ancha, como un ariete buscó adentrarse en el interior para removerlo. Elena no cesaba de derramar su flujo que escapándose de su vulva caía en mi boca y se desparramaba sobre mi cara. Creo que llegué hasta los lugares más profundos, la suavidad de su interior era como una caricia para mi lengua que respondía, inquieta y curiosa escarbando por todos los sitios. Mamé, chupé y bebí jugos hasta que empecé a cansarme un tanto por falta de aire y otro poco porque la lengua se me acalambraba. Me detuve por un momento y me concentré en profundizar las sensaciones eróticas que Elena me prodigaba con su ...
    ... mamada. Era el paraíso del placer.Todo esto sucedía sin intercambio de palabras entre nosotros. Los sonidos que se escuchaban eran solo gemidos, suspiros y algún que otro grito en voz baja. La concentración en lo que ambos hacíamos produciendo placer al otro, era máxima. Rompiendo el silencio le susurré• Elena, no doy más del deseo. Si no te follo, me muero• Es lo que estoy esperando. Las caricias que me diste me han puesto en un estado de calentura y necesito una buena verga que me haga sentir una verdadera mujer otra vez.• Ven, ponte encima y gocemos.Me puse de espaldas, ella no dudó y se montó. Con una mano fue guiando mi verga hacia su cueva y cuando la tuvo en la puerta, se fue dejando caer hasta que mi ariete entró completamente. La miré. Estaba con los ojos cerrados y los labios apretados gozando la situación. La tomé de sus nalgas y la animé a que se moviera. Y empezó un sube y baja lento pero permanente. Cada acometida era celebrada con un gemido mientras movía la cabeza acompañando el movimiento de su cadera. Mis manos se ocuparon de inmediato de sus tetas que acompasadamente también saltaban. Las apreté, sobé, estrujé, pellizqué sus pezones mientras le repetía a viva voz que me gustaba como me estaba cogiendo.Mientras cabalgaba sobre mi humanidad con mi picha clavada hasta el fondo, Elena debe haberse corrido como seis veces. Yo me daba cuenta porque cada tanto aceleraba sus movimientos, jadeaba más intensamente, arqueaba el cuerpo mientras me repetía que gozaba como una ...