1. MI OSO Y YO………………Por MAPMAKER


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Confesiones Autor: mapmaker, Fuente: RelatosEróticos

    MI OSO Y YO………………Por MAPMAKER La habitación estaba en penumbras, desperté sobre el lecho escuchando el agua correr en el baño. Estiré mi cuerpo sintiendo los efectos de la fantástica sesión de sexo; mi vagina,mi ano, mis muslos, mis nalgas estaban pegajosos de fluidos; la sensación de desfloracióninvadían mis orificios. Me dirigí al baño; a través de la puerta entreabierta pude ver su cuerpo desnudo. Era un mulato grande, fornido y tenía una verga asombrosa que podía ser el sueño o la pesadilla de cualquier mujer. Colgaba hasta la mitad de sus muslos, carnosa, oscura; dos gordos testículos adornaban la unión con el cuerpo. Una capa de espumoso gel cubría su piel; empezó a lavarse el miembro con ambas manos; un cosquilleo recorrió mi espina dorsal al recordar que había albergado en mi interior aquella verga completamente erecta; mi vagina y mi ano se contrajeron ante este recuerdo. Me introduje al baño colocándome frente a él abrazándome a su cintura; mi rostro quedaba a la altura de sus tetillas; dejé el agua correr por mi rostro por mi espalda; sentí sus manazas recorrer mi cuerpo, cubriéndolo con fragante gel, frotó mi espalda, mis hombros, mis glúteos; yo continuaba abrazada a su cuerpo disfrutando el masaje de espuma con sus ásperas manos. Sentí en mi abdomen el contacto de su grueso miembro que empezaba a crecer. Miré hacia abajo y me encontré justamente con la cabeza de su verga, bajo mi barbilla; entreabrí mis labios acunando el inflamado glande; empecé a chupetearlo ...
    ... hasta paladear el sabor dulzón de sus jugos lubricantes. Abracé mis brazos a su cuello elevando mis piernas para enlazarlas a su cintura; alce mi rostro ofreciéndole mis entreabiertos labios; sus manos enjabonaban mis glúteos, sus dedos recorrían el canal de mis nalgas, desde el nacimiento de mi espalda hasta mi pubis. Nos besábamos con ardorosa pasión liberando todos los deseos reprimidos debido al miedo, los complejos, el recato, las apariencias y el racismo. Sentí su poderoso miembro palpitando entre mis muslos; en el periné; en el espacio entre mi ano y mi vagina deslicé una mano tras mi espalda tocando la hinchada cabeza. Colocó sus manos bajo mis nalgas elevando mi sexo hasta el nivel de su boca, su lengua penetró dentro de mi ávida cavidad sacándome un gemido de placer, sus labios abarcaban toda mi vagina succionando todos los jugos que manaban de mi concha originados por la excitación; me agarré de sus cabellos con desesperación al sentir la explosión de lujuria que ocurrió en mi interior. Me fue bajando lentamente mientras mi cuerpo aún se estremecía; su erecto pene apuntaba hacia arriba esperando el acople con mi cuerpo; sentí el roce del glande en mis glúteos, resbalando en la entrada de mi ano para ubicarse entre nuestros abdómenes. Poseída de deseos, no cesaba de gemir, nuestras bocas estaban unidas como si de eso dependiera la vida; sus manos asían mi culo atrayéndolo sobre su falo; ya la hinchada cabeza buscaba a tientas el inundado canal de mi vulva ubicándose ...
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