1. Helena y una secretaria morbosa


    Fecha: 25/11/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Lesbianas Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... “así está más desnuda” dijo. Luego la volteó para colocarla boca abajo y le ató las manos a la espalda con un pañuelo de seda. Cubrió sus ojos con otro pedazo de tela y entonces me miró sonriente y triunfante:“Voy a empezar lamiendo esa conchita tan dulce que tiene, a ver si la despierto con mi lengua”.Abrió bastante las piernas de Juliana y se deslizó entre ellas, comenzando a besar y lamer esos labios vaginales ya humedecidos. La chica se despertó casi enseguida, pero no dijo nada, ni siquiera se quejó de la posición en la que se encontraba, solamente comenzó a gemir suavemente, mientras Helena le comía la concha. “Quiero que me lo haga Anita” alcanzó a decir entre suspiros y entonces mi amiga levantó su cabeza y dijo riendo: “Yo te estoy preparando para que Anita disfrute lo mejor”.Mientras me excitaba y me humedecía observando la escena, me había desvestido y colocado un arnés con una considerable verga de silicona, que tanto placer nos brinda cuando cogemos con Helena. La lubriqué bien con un gel dilatador especial y esperé mi turno. Juliana comenzó a jadear más fuerte y finalmente un prolongado aullido nos dejó saber que había acabado en un intenso orgasmo sobre los labios de Helena. Mi amiga sonrió satisfecha y se incorporó, dándole unas palmadas en la cola.“Esta perrita ya está lista para que le rompas bien ese culito redondo con nuestro amiguito”, dijo apartándose para dejarme su lugar entre las piernas de Juliana.La pendeja entonces reaccionó suplicando: “por la ...
    ... cola no, por favor, todavía la tengo virgen”Helena no pudo reprimir una fuerte carcajada, mientras me observaba tomando impulso hacia adelante con esa cosa enorme entre mis manos, para metérsela sin demasiada delicadeza en ese estrecho agujerito hasta ahora inmaculado, o mejor dicho, jamás culeado. Se lo enterré hasta casi la mitad y me detuve, sintiendo como su cola se iba abriendo y adaptando al tamaño de esa linda verga. Me apoyé sobre su espalda, aspirando la fragancia de su cuerpo, sintiendo la suavidad de su piel, besándole el cuello muy despacio. Luego continué la arremetida, metiéndole todo el aparato hasta el fondo de esa linda cola. Ella se debatía sollozando, diciendo que le dolía mucho, que me detuviera y que tuviera compasión. Pero sus manos atadas a la espalda y sus ojos vendados me excitaban todavía más. Repentinamente sentí un poco de lástima por esta nena y entonces me retiré muy despacio.Mi amiga también lo entendió así, entonces dijo que era su turno y que ahora la haría gozar como nunca a la pendeja. Se colocó ella el arnés, envolvió la verga en un condón y la lubricó otra vez con gel. Giró a Juliana boca arriba y le liberó las manos. Le abrió bien las piernas y la penetró muy despacio, sintiendo como entraba en ese delicado cuerpo de la pendeja. Le quitó también la venda y le dijo que la mirase a los ojos mientras la cogía. Juliana abrió la boca sin poder gritar y comenzó a jadear muy suavemente, mientras Helena se impulsaba con fuerza hacia adelante y ...