1. Una estadía en Mallorca, el quinto d&iacute


    Fecha: 25/11/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... impregnado en esa media y eso terminó de excitarme todavía un poco más. Mi concha definitivamente estaba mojada.Jorge se levantó y se quitó los pantalones, mostrando su verga endurecida. No pude evitar mirarla y él sonrió al notar mi calentura.Llevó su mano hacia mi pequeña tanga y me la arrancó de un tirón.Sonrió nuevamente, al ver mis labios vaginales brillando por la humedad. Sin previo aviso metió dos de sus dedos en mi vagina, haciéndome gritar de dolor.A pesar de la mordaza, me entendió cuando farfullé:“Ayy, me duele, no seas tan bruto!!”El muy turro comenzó a masturbarme contra mi voluntad. Por más que intentaba resistirme tratando de cerrar mis muslos, esos dedos moviéndose dentro de mi vulva estaban haciendo que inevitablemente me excitase, me mojase cada vez más y más.Me quedé quieta, pensando que él quizás tan solo quería eso, hacerme acabar para demostrarme lo puta que soy. Pero justo cuando comenzaba a sentir que mi orgasmo empezaba a recorrer mi cuerpo, Jorge sacó sus dedos y tomó su enorme verga con una mano. Se tumbó sobre mi cuerpo mirándome fijamente a los ojos y así muy despacio comenzó a penetrarme.Comencé a gemir y a retorcerme; sabía que mi cuerpo me traicionaría y una vez más aceptaría esa poderosa pija dura que ahora casi llenaba completamente mi vagina.“Ahhh, ojalá tu amiga Helena tuviera una conchita así de dulce…” Suspiró el turro cuando sintió que había llegado al fondo de mi vagina.Cerré mis ojos y comencé a gemir suavemente, disfrutando esa ...
    ... poderosa verga que me partía en dos y me provocaba un placer inusitado.De repente Jorge aceleró su ritmo, embistiéndome con más potencia. Pronto sentí que por fin mi orgasmo subía por mi cuerpo, estallando en mi cabeza y en mi concha al mismo tiempo. Él sintió mi temblor acompañado por un aullido interminable y finalmente mi cuerpo se relajó y quedé rendida sobre la cama, todavía con mis manos atadas sobre mi cabeza.“Esta vez acabaste, putita… te encantó mi verga en tu conchita”.Jorge sonrió al decir eso y entonces se salió de mi cuerpo. Me hizo girar hasta quedar en cuatro patas, enfrentando la pared de la cabecera. Adiviné sus intenciones y comencé a gemir, pidiéndole que no me rompiera el culo.“Shhh, Anita, tranquila, ahora me toca darte por el culo, te va a gustar”.Se ubicó entre mis muslos abiertos y comenzó a pasar la punta de su dura verga por mis labios vaginales, deteniéndose siempre en mi entrada anal… La lubricó bastante con mis propios jugos y entonces muy despacio fue empujando, metiéndomela por el culo. Grité a través de la mordaza, sintiendo que me destrozaba, me desgarraba mi estrecho culo con semejante verga.Pero el hijo de puta ni me escuchaba, seguía dedicado a su propio placer, de empalarme el culo con su poderosa verga…“Te gusta, perra… te gusta que te rompa el culo con mi pija” Susurró.Sentí una especie de escalofrío cuando su verga llegó hasta el fondo de mi ano; hacía rato que nadie me sodomizaba de esa manera…“A tu amiga también le encanta que le abra el ...