1. Curiosidad satisfecha


    Fecha: 26/11/2018, Categorías: Intercambios Autor: Ciughe, Fuente: CuentoRelatos

    Con Luis no éramos amigos, trabajábamos en la misma empresa. El en ventas yo en ingeniería. Los dos compartíamos la práctica de básquetbol a nivel aficionado y nos enfrentamos alguna vez en torneos internos o ínter clubes. En una ocasión, en parte gracias a una idea técnica innovadora introducida por mi en una oferta de equipamiento a una importante empresa de servicios, el equipo de Luis cerró la operación de venta más importante del ejercicio comercial. Para festejar el logro, Luis y Analía, su mujer, nos invitaron a mí y a Romina, mi esposa, a cena en un restaurante de moda. Las dos parejas habíamos coincidido en alguna que otra reunión convocada por la empresa para el “lanzamiento” de un nuevo ejercicio fiscal o para las fiestas de fin de año, sin que sucediera nada digno de mención. Romina se “produjo” acabadamente: nuevo peinado, tratamientos faciales los días previos, maquillaje esmerado, pantalones claros ajustados y blusa negra aun más ajustada que le resaltaban las curvas y sus hermosos y grandes senos. Analía no se había quedado atrás. Se veía preciosa y sexy con sus pantalones negros ajustados, blusa -también ajustada- de color azul, su cabello lacio estaba suelto y desprendía un olor agradable. Las mujeres no se esmeran sólo para impactar en los hombres, yo creo que lo hacen principalmente para competir con las otras mujeres, que saben van a encontrar. Pero esa noche dieron en los dos “blancos”. En el recorrido de la entrada a la mesa las dos chicas, altas, 1,75 ...
    ... una y 1,77 la otra, hermosas y arregladas, atrajeron las miradas de comensales de ambos sexos. A partir del promediar la de velada, los ojos de Luis tuvieron largos momentos de dedicación exclusiva a Romina. De mi parte no me privé de disfrutar de la anatomía de Analía pero de un modo más medido. A la hora del café, Luis se declaró encantado del encuentro y propuso: -tenemos que reunirnos de nuevo. Que les parece el próximo sábado?- - es buena!, me gusta la idea. La pasamos muy bien juntos ¿No se que piensan Uds.? ¿Pueden? Digan que si por favor!!, - agregó Analía - , bueno, compromisos ese día no tenemos, ¿no es así Julio?..- hizo pata Romina - Entonces convenido. Nos juntamos en casa. Mandamos los críos con los abuelos. ¿Uds. tampoco tienen problemas para que les cuiden los vuestros, no? Así estaremos tranquilos - concluyó Luis. Nos despedimos hasta el fin de semana siguiente, luego de haber arreglado algunos detalles. Nosotros llevaríamos postre helado y el vino, tinto porque la cena giraría alrededor del plato principal a base de carne roja: lomo con champiñones. Durante la semana con Romina no hablamos en demasía sobre la velada del sábado, sólo lo necesario para prever las compras relacionadas. Las veces que me encontré en la oficina con Luis hablamos un par de veces del encuentro, la segunda el viernes para convenir la hora y darme indicaciones para llegar a la casa en el barrio Unión Ferroviaria, fuera de Buenos Aires. Las chicas repitieron aumentada la “producción”: ...
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