1. Un fin de semana multiorgásmico


    Fecha: 28/11/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Norah, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuando estaba a punto de llenarme la boquita de leche paré. Paré y su mundo pareció detenerse en un arqueo desesperado de su espalda, en cada gota de sudor de su frente y de su pecho: que hermoso hombre y lo tenía todo para mí. Entonces me levanté y tapé sus ojos con la venda de dormir. Fui hasta el frigobar y saqué unos hielos y comencé a recorrer su pecho caliente endureciendo sus pezones y alternando el cubo de hielo con mi boca y mi lengua caliente. Cuando sentí su piel más fresca decidí desatarlo. Él no hablaba, estaba maravillado dejándose llevar por mi lujuria. Entonces lo llevé de la mano hasta el baño donde se había estado llenando el hidromasaje. Nos metimos y le pedí que me bañe. Me puse de espaldas a él. Sus manos recorrieron mi espalda, mi cola, mis senos. Recorrió cada recoveco con delicadeza y pasión y luego me enjuagó con la misma dedicación. Entonces nos metimos en el agua. Diego se sentó y yo sobre él, de frente, pasando mis piernas sobre su espalda y deslizándome lentamente sobre su durísimo pene. No veía la hora de sentirlo nuevamente adentro mío, piel con piel, llenándome toda como la primera vez. No hubo dificultad alguna, nuestros cuerpos parecían reconocerse y acoplarse y el agua acompañaba el movimiento lento. Él me agarró con sus fuertes manos de la cintura y ayudaba al vaivén, levantando mi cuerpo y volviéndolo a bajar al tiempo que me besaba apasionadamente. Entonces su tranquilidad pareció apagarse y esta vez no me agarró desprevenida, ya sabía ...
    ... de qué se trataba. Me levantó con fuerza sentándome en el borde del hidromasaje y separó mis piernas con rapidez hundiendo su cabeza entre ellas y recorriendo con su lengua todo mi sexo, jugó con mi clítoris y recorrió mis labios mientras sus dedos se escurrían dentro de mí y mi cuerpo parecía explotar hasta que no lo resistí más… Un cosquilleo me recorrió el cuerpo, apreté su cabeza entre mis piernas y el aceleró el ritmo de su lengua que acompañaba los espasmos de mi orgasmo increíble. Mi cuerpo latía reclamando su pija dentro de mí así que me escurrí entre sus brazos intentando alcanzarlo pero él se adelantó a mis intenciones y me levantó, dejando mis piernas en su cintura y me trasladó así hasta la mesada del baño penetrándome toda sin clemencia. Bombeaba dentro de mí con fuerza y me chupaba las tetas y me tiraba del pelo desesperado por clavarme cada vez más profundo. Entonces se dio cuenta del espejo que tenía detrás de mí y me dio vuelta en el aire penetrándome toda nuevamente. Podía ver en el espejo el reflejo de mi cara, deformada por la calentura, los labios hinchados, sonrojada por demás. Mis pechos al aire se movían al ritmo de sus embestidas y me pegaba pequeñas palmadas en mis nalgas. Aumentaba el ritmo cada vez más fuerte hasta que explotamos, nos fuimos juntos, llegamos al mejor orgasmo y ahí recordamos que teníamos voz y gemimos juntos por varios segundos. Gemí de placer mientras recibía los chorros calientes de su semen dentro de mí. Y quedamos fundidos sobre ...