1. El primer sexo anal de Denisse


    Fecha: 02/12/2018, Categorías: Anal Hetero Autor: Caballeroazul, Fuente: CuentoRelatos

    ... inspiraba al tiempo que mis manos recorrían sus piernitas y sus caderas con masajes y apretones intermitentes a su tersa piel. Aquellas caricias la encendieron más y pronto tuve a sus piernas colgándose de mi cintura mientras su jugosa conchita volvía a encajarse por sí sola a mi verga y así por varios minutos volví a follarmela hasta hacerla venirse en un nuevo orgasmo que esta vez pareció dejarla exhausta. Por unos minutos disfrute de su desnudez hasta que decidido a comerme su delicioso quequito de carne la acomodé boca abajo en el filo de la cama dejando que sus piernitas colgasen hacia el piso. Separe entonces sus nalguitas frías con mis manos tibias y me encontré de frente con el huequito de su culito tan chiquito que provocaba rompérselo ya. Acerque mi cara hasta él y empecé a darle suaves lengüetazos con los que fui humedeciendo la entrada de su baticueva. La chica a pesar de la calentura se puso tensa cuando noto que la visión de su gordo y cachetón culito me estaban excitando más. Por ello, cuando situé mi pinga en su entrada trasera y empecé a presionarla; ella ajustó los cachetitos de sus nalgas y no me dejó entrar. Por ello, con mis manos cogí sus dos trozos de carne y a la fuerzas se los abrí; pero, todo era inútil, ese culito era como la caja de seguridad de un banco "Había que conocer la clave para abrirlo o –en un caso extremo- había que dinamitarlo" jajaja y yo sabía que cartucho de dinamita utilizaría. Por ello, empecé a lamerle su chuchita y eso le ...
    ... devolvió la excitación y fue más fácil manipular su culito. Habiendo descubierto su secreto procedí a dedearle simultáneamente su conchita y su anito y eso pareció encantarle, pues, ciega de deseo me pidió: "Ensalívame el culo mi bebé"; y, así lo hice al tiempo que penetraba su conchita para humedecer con jugos mi aparato que ansioso latía esperando invadir su suculento trasero. Fue en ese momento que coloque y presioné la cabeza de mi verga en su agujerito posterior -al que tenía bastante estrecho- y fui notando que a pesar de la presión que su culito ejercía sobre la hinchada cabezota de mi miembro poco a poco se iba enterrando en su interior. Al tener un espejo frente a nosotros pude notar que mi nenita cariñosa sólo presionaba los dientes y cerraba los ojos al tiempo que emitía quejidos muy quedos. Fui bastante paciente con ella hasta que transcurridos casi 20 minutos la tenía enculada y feliz; y, llego el momento de bombear aquel precioso trasero carnoso y erguido que entonces se encontraba ensartado por mi verga. Pasamos largos minutos en los que ambos gozamos de una deliciosa sodomización que terminó con la explosión de nuestros cuerpos en una oleada de flujos que me dejaron mojados los huevos y mientras descargaba mi leche caliente en el interior de su culito como una lavativa láctea digna de la Reina Cleopatra. Al retirarme de su interior tuve la visión más hermosa que pueda existir: la de un culito recién abierto, lleno y chorreando leche; por ello, decidí compartir ...
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