1. La hija de mi amante.


    Fecha: 03/12/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Hola, comunidad. Considero mi relato como incestuoso pues conozco a la hija de mi amante desde que tenía 1 año de edad y desde entonces he convivido con ella. Nunca pensé que terminaría teniendo sesiones de sexo con ella. Soy Fergus 72 y espero les guste mi relato. Tengo una amante desde hace más de 15 años que llamaré Isela. Nuestro punto en común fue, desde el principio, nuestros hijos. Yo tenía en aquel entonces una nena recien nacida e Isela una niña de 1 año. Con el tiempo fuimos platicando acerca de las parejas cuando sin pensarlo, empecé a cachondearla en el elevador. Al principio, se indignó y mi reacción fue ofrecer una disculpa y alejarme un poco. Unos pocos días después me llamó para preguntar si estaba enojado y contesté que no. No tenía porqué y una vez más le ofrecí una disculpa por mi atrevimiento. Al otro día, fue a mi oficina y quedamos como amigos. Con el paso del tiempo, terminamos cogiendo y teniendo sexo con regularidad. Así pasó el tiempo; se divorció del animal de su marido y de alguna manera, empecé a tener un poco más de cercanía con su hija Silvia a petición de Isela. Andaba muy mal en la escuela y mi deber como "padrino" era tratar de hacerla entrar en razón. Ella es bajita, no más de 1. 55, morena clara, cabello quebrado, delgadita, con poco pecho, pero unas nalguitas muy bonitas. Chiquitas pero paraditas como si fueran hechas para mí. Su rostro, muy bonito. Tiene 17 años y proximamante 18. Todo empezó una vez que me dijo Isela que había reñido ...
    ... con Silvia porque la sorprendio en su recámara tomándose selfies con ropa interior de Isela. Ya saben: tangas, ligueros, baby doll y esas cosas bonitas que suelen usar las hermosas mujeres. Al instante, imaginé a Silvia con la vestimenta y experimenté una erección. Ni caso hice a la queja de Isela. Como si yo lo hubiera pedido, me llamó Isela al trabajo y me dijo: - Hola. Tengo mucho que hacer y tengo que pasar por Silvia al trabajo. ¿Me haces favor de ir por ella a la plaza comercial donde trabaja? - Pues claro que voy! Dime en qué plaza está y dile que yo pasaré por ella. Me dio la ubicación y llame a Silvia para confirmar que yo iría por ella para llevarla a su casa. La esperé en el estacionamiento, bastante oscuro y feo por cierto. A las 9:30 PM bajó y la percibí un poco mareada. Antes de encender el auto, le pregunté: - Vienes un poco ebria? - Ah, sólo tomé una cerveza en la comida. Contestó. - Pues para una cerveza y a la hora de la comida, te ves un poco mal. Repliqué: a ver si no te regaña tu madre. Y sin más que me suelta la pregunta: - Oye ¿Que tal coge mi madre? - No lo sé. Tendrías que preguntar a tu padre. Le contesté. - Porqué te haces guey? Preguntó. - Crees que no sé que desde hace mucho tiempo te la andas cogiendo? Sin querer, empecé a reir. - No me la ando cogiendo, contesté Tu sabes que somos buenos amigos y tú eres amiga de mi hija. - Te haces guey, me contestó. Ya van varias veces que los he sorprendido en pleno cachondeo en mi casa mientras "duermo". - No. ...
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