Visitando a papá - Relatos Eróticos

Visitando a papá

Como habrán leído muchos de Uds. En mis relatos anteriores, he pasado de ser la mujer más decente del barrio a ser la putona más buscada y buscona, a la cual, todos lados hombres del barrio, o la mayoría de ellos, intentan seducir, me siento tan bien en mi papel de hembra codiciada que no tengo reparos a la hora de vestirme casi como prostituta de lujo y salir por las calles a levantar miradas y halagos, quería ser putona y punto. Pero puta libre, así que lo primero que hice fue cortar relaciones con mis anteriores amantes, ya que eran muy dominantes y agresivos, ahora la que debía tener el control de todo era yo! Casi se cumplía una semana de ausencia de mi marido en casa, ya era hora de mi próxima aventura, y una de las fantasías que siempre he tenido es la de ser violada, mi fantasía consiste en provocar y calentar a un hombre hasta el extremo, pero cuando éste avance con intenciones de tener sexo conmigo ponerle freno y luego volver a hacerlo calentar y otra vez el freno, así repetidamente hasta que él se harte de mi jueguito y me tome de prepo, violándome sin consentimiento alguno... esa fantasía la tengo desde que era pequeña, apenas una niña de la secundaria, cuando tenía esa edad estuve cumpliendo gran parte de mi fantasía, solía calentar a los chicos o no tan chicos y cuando ellos me querían hacer el amor, los dejaba con las ganas, pero una vez que conseguía mi propósito de calentarlos, los dejaba y buscaba otro, digamos que de pequeña fui una calentadora de ...

... braguetas serial, y en la actualidad también lo soy, sólo que ahora mi fantasía va mucho más allá, mi deseo es calentar tanto a un hombre hasta provocar una violación... Era hora de elegir mi víctima, pensaba y pensaba y se me cruzaban por la cabeza decenas de candidatos, quería ser violada por todos pero tenía que ir paso a paso y optar por mi primer violador, y mientras seguía pensando un llamado por teléfono me sacó un poco de mi plan y puso un poco de paño fríos en mi mente... -Hola Hija, cuando vas a venir a visitarme? Necesito que me ayudes con algo. - Bueno papi... en media hora estoy por tu casa. -Dale hija, te espero, preparo café... -dijo y colgó, el mismísimo demonio metió la cola! Mi propio padre tenía que ser mi próxima víctima! No podía ser tan puta! Pero mis deseos me superaban, Ramón, así se llama, siempre fue muy cariñoso conmigo hasta que llegó mi adolescencia y ahí fue cuando comencé a notar que me miraba con otros ojos, con ojos de macho cazador, en ese tiempo y como conté antes, yo comenzaba mi vida como calentadora de braguetas y fue mi propio padre una de mis primeras víctimas, recuerdo cuando fue la primera vez que lo calenté a más no poder, estábamos en esas noches de verano, mi mamá trabajaba en un hospital como enfermera y una semana por mes le tocaba de noche, yo ya notaba como me miraba siempre la cola y también los pechos, ya que de chiquita fui de pechos grandes, pero lo que me hizo calentar y comenzar mi jueguito de provocación fue una charla que él ...