1. La madre de mi amigo, una diosa (3)


    Fecha: 06/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Grandes Relatos, Autor: mges, Fuente: CuentoRelatos

    Apenas entramos a nuestra habitación comenzamos a comernos a besos con Paola, la espectacular madre de mi mejor amigo, teníamos un fin de semana en la playa que disfrutar y no perderíamos el tiempo. Enseguida nos revolcamos en la cama y nos desnudamos, yo completamente mientras que Paola quedo en su sugestiva ropa interior que apenas ocultaba su hermoso cuerpo, con muchas ganas besaba sus tetas aun atrapadas en su sujetador mientras frotaba mi pene en sus labios vaginales y su tanga, Paola me agarraba fuertemente el culo marcándome el ritmo. Me disponía a liberar sus tetas y darme un festín cuando tocaron la puerta, seguimos en lo nuestro pero volvieron a tocar. Le dije a Paola que no hiciéramos caso pero ella solo me dirigió una sonrisa coqueta y se levantó arreglándose el sujetador, sorprendido le pregunte que hacía y solo me dijo que yo me ocultara que estaba desnudo. Solo atine a ponerme tras una pared que me ocultaba pero podía mirar por la esquina perfectamente, Paola abrió la puerta de golpe y resulto ser el acomodador que nos había atendido antes, el sujeto quedo de piedra y con la boca abierta y no lo culpo, tenía en frente a tremenda mujer usando un sujetador que apenas ocultaba sus tetas y una tanga que solo cubría la línea de pelos de su vagina, dejando expuesto el resto de su voluptuoso cuerpo el tipo solo pudo tartamudear y decir que nos trajo una copia de la llave extra para la habitación, recorría a Paola de arriba a abajo, desde sus delicados pies hasta ...
    ... sus enormes tetas. Debo admitir que los celos brotaron con fuerza en mí, no éramos oficialmente una pareja y dudaba que llegáramos a eso pero era la mujer que yo me estaba follando, aun pensando eso mi erección creció aún más y estaba loco de excitación. El tipo hacia lo podía para mantener a Paola frente a él y seguir deleitándose con tamaña mujer, preguntaba estupideces y Paola solo reía actuando como si no estuviera semi desnuda, finalmente se despidió y cerró la puerta de golpe dejando al sujeto anonadado. Se dirigió a mi riendo divertida por la cara de el acomodador, yo salí con una enorme erección preguntándole la razón de hacer algo así, ella coquetamente me pregunto si estaba celoso mientras miraba mi erección, no le respondí y solo me lancé sobre ella para toquetearla y poder metérsela, pegamos una follada de campeonato gracias a eso. Al otro día nos dispusimos a bajar a la playa, Paola me pidió mi opinión sobre su bikini, dios mío, la vista era acojonante, se puso un bikini amarillo muy ajustado, la parte de arriba apenas taba sus tetas, solo cubría los pezones y le resto era una tanga que cubría apenas su vagina y atrás la tela se escondía entre sus esplendorosas nalgas, mi erección no se hizo esperar ni mis celos tampoco pero la excitación era un más. Bajamos a la playa y no podía evitar ver como todos se comían con la mirada a Paola, yo también no podía dejar de ver tan increíble mujer, la madre de mi mejor amigo y aquí estoy con ella y disfrutando de su cuerpo, ...
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