1. Sorprendida en el vestuario del club


    Fecha: 07/12/2018, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola, me llamo Maira y de tanto leer algunas historias en páginas realcionadas, me animo a contar la mia. Obviamente que hay algunos detalles que se me pueden escapar, ya que esto ocurrió hace algo más de un año. Actualmente tengo 30 años y casada desde hace cuatro. Soy rubia y con un físico bien cuidado, gracias a mi práctica de voley profesional. Justamente este deporte hace que año tras año, deba trasladarme de una ciudad a otra de acuerdo al club que me contrate. De todas maneras, las ligas son cortas y en el año estoy entre cuatro y cinco meses fuera de mi hogar. El año anterior, por suerte conseguí un club en una localidad cercana a mi casa, lo cual me posibilitó ser contratada durante todo el año y además ser entrenadora de las divisiones inferiores y poder viajar todos los días a mi hogar. El club además cuenta con un equipo de básquetbol que también juega liga. Esto hace que en muchas ocasiones compartamos el gimnasio con sus jugadores. De todas maneras siempre traté de separar mi vida personal de la deportiva y pocas veces intervine en reuniones fuera de los clubes. Lo cierto es que al finalizar uno de los entrenamientos con los más pequeños, me trasladé hacia los vestuarios para cambiarme de ropa y dirigirme hacia el gimnasio de aparatos que está a cuatro cuadras del campo de deportes. Ese día había competencia de divisiones inferiores de básquet y por lo tanto tuve que dirigirme a los cambiadores alternativos que están cerca de las piletas de natación. Como ya ...
    ... había terminado la temporada, el lugar estaba desolado. Al ingresar, pregunté si estaba ocupado, pero nadie me respondió, con lo cual puse cerrojo a las puertas y me dispuse a cambiarme previo disfrutar de una gaseosa, ya que contaba con tiempo suficiente. Una vez desnuda, me coloqué mi tanguita y las calzas y corpiño de gimnasio. Grande fue mi sorpresa cuando ohí una voz: Al girar, estaban parados los dos morenos que juegan al básquet, Rony y Kevin. No solo que estaban observándome, sino que sus cuerpos solo estaban cubiertos por las toallas a la altura de la cintura. En ese momento, seguramente mi cara se habrá puesto colorada de la vergüenza. Yo seguí sin responder, pero ellos se acercaron y sin mediar más palabras, uno me tomó de la cintura y el otro se paró detrás. Prometieron no contar nada de lo que iba a suceder. Quise soltarme, pero sus enormes cuerpos, me tenían atrapadas. Al principio intenté reaccionar con gritos, pero uno de ellos al darse cuenta, quitó la toalla y me tapó la boca. Ambos se reían, ante mi intolerancia a la situación. Entre ambos me apoyaron a la pared, uno se dedicó a quitar mis corpiños y el otro mis calzas. El más grandote me alzó y me llevó hacia una de las duchas. Para que no se sintieran ruidos, abrieron dos duchas. Me apoyaron contra la pared y me ataron las manos, ya que yo seguía queriendo zafar. Una vez que lograron su objetivo, me quitaron la toalla de mi boca y el más grandote me enterró su lengua, mientras Ron se deslizó hacia abajo. ...
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