1. La Mujer de mi tío


    Fecha: 09/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Sexo Duro Autor: comechocho, Fuente: xHamster

    Soy un muchacho de veintitrés años, y desde hace tres años trabajo y vivo fuera de mi casa, en otra provincia. Me independicé muy joven. Aunque ahora vivo solo en un piso, y he de decir que estoy muy contento en él, ya que hago lo que quiero, como lo que quiero y salgo y entro a la hora que quiero, a veces recuerdo no sin cierta nostalgia mis últimos años en casa de mis padres. Pasé toda mi infancia allí y toda mi adolescencia. Es una casa con tres plantas. En la baja viven mis abuelos, en la primera planta un tío mio, hermano de mi padre, su mujer y sus dos hijas, y en la segunda planta viven mis padres y mis hermanos.Me lo pasé muy bien viviendo con tanta gente y teniendo tanto sitio para jugar. Y al llegar a los once o doce años, también me fui interesando por ciertas personas de la casa que antes de niño ni me había fijado. Se puede decir que todos los que viven en mi casa son de mi sangre, menos una persona. La mujer de mi tío, que vive en la primera planta. Justo al empezar la pubertad, mis instintos sexuales empezaban a aflorar, y yo me empezaba a fijar en ella no como la mujer de mi tío, sino como una mujer que sin ella saberlo, me provocaba las primeras erecciones placenteras de mi vida.La veía los sábados por la tarde, cuando salía con mi tío y mis primas a dar una vuelta, y empezaba a fijarme en sus vestidos, en sus piernas, en sus escotes. Ella a veces me miraba y yo rápidamente desviaba la vista hacia otro sitio. Empecé a esconderme en habitaciones para verla ...
    ... salir sin que ella me viera a mi, y así deleitarme más mirando su cuerpo.Ella se llama Manoli, tiene treinta y siete años, es rubia y de cara agradable. Siempre suele ir maquillada y tiene un bonito cuerpo. Sus pechos son pequeños, pero su culo es grande, sus caderas anchas y sus muslos gruesos. Tiene unos dedos finos pero largos, al igual que sus uñas que también las lleva casi siempre pintadas de rojo. Para un muchacho de doce años, la verdad que es alguien muy apetecible. Por las noches imaginaba que la almohada era ella y así fue como descubrí mis primeras eyaculaciones. Mi cuerpo cada vez la deseaba más y más, y la mayoría de las fantasías que me imaginaba para acompañar mis masturbaciones, tenía como protagonista a Manoli.Claro que yo era un muchacho muy tímido, y jamás era capaz de hablarle mucho y menos decirle lo que pensaba. Empezaba a obsesionarme con ella. Empezaba a seguirla y a espiarla cada vez más. Un día, bajando por las escaleras, vi a través de una ventana que daba a su terraza que ella estaba tomando el sol en bikini. La ventana tenía una persiana y yo espiaba a Manoli a través de las rejillas que aquella tenía. Mi pene se endurecía con solo mirar.Sus sesiones de sol empezaron a ser frecuentes al principio de cada verano. Yo todos los años acudía a la cita para espiarla y ver su cuerpo dorandose al sol. Aunque cuando entrara el verano, la podría ver en bikini con toda libertad, ya que solíamos ir mis hermanos y mis padres con ella y con mi tío a la piscina, ...
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