1. Bendito chat


    Fecha: 09/12/2018, Categorías: Sexo Virtual, Autor: DC78, Fuente: SexoSinTabues

    Hasta que un día di con la persona adecuada. De conversación agradable, inteligente y educada, Pilar llamó mi atención. Comenzamos siendo amigos, nada de conversaciones picantes, aunque de vez en cuando yo le soltaba aquello de "Qué llevas puesto?". No niego que algunas de sus respuestas me provocasen erecciones ya que en su ciudad natal hace mucho calor y solía vestir muy cómoda en casa. Mi imaginación volaba. La historieta que voy a contar me sucedió en primera persona. - Lo mejor será que lo dejemos por un tiempo. No me veo con las mismas ganas, he perdido la ilusión. Así terminaba una relación gris, sin sal, demasiado larga que no nos satisfizo a ninguno de los dos. El sexo no estaba tan mal, o eso pensaba yo. Hace tiempo que sucedió, en esos años no había wasap, ni badoo, meetic, adopta un tío, ni todas esas apps que nos ayudan a conocer gente nueva, tampoco estábamos tan enganchados a las RR. SS. Lo que sí tenía cierta fama eran los chats, así que decidí ahogar mis penas en esas aguas. Conseguí varias conversaciones picantonas que acababan en masturbaciones a los dos lados del teclado. Le cogí gusto. Hasta que un día di con la persona adecuada. De conversación agradable, inteligente y educada, Pilar llamó mi atención. Comenzamos siendo amigos, nada de conversaciones picantes, aunque de vez en cuando yo le soltaba aquello de "Qué llevas puesto?". No niego que algunas de sus respuestas me provocasen erecciones ya que en su ciudad natal hace mucho calor y solía vestir ...
    ... muy cómoda en casa. Mi imaginación volaba. Al poco tiempo empezó lo inevitable, la temperatura del teclado subía y subía hasta que decidimos jugar pero no en directo. Me explico. Jugamos a relatar una historia totalmente sexual, sin censuras, describiendo nuestras fantasías pero a través del correo. Un correo uno, respuesta del otro. Me faltaba tiempo para llegar a casa. Sólo de leer el remitente, me empalmaba. Ese juego provocó más sed y pasamos al sexo telefónico, nada, no nos calmaba. Así que decidimos quedar a mitad de camino. Madrid nos daba la complicidad necesaria para sentirnos totalmente aislados de todo y de todos. Tenía 8 años más que yo y había pasado dos embarazos, pero esa no era razón suficiente para que luciera un cuerpo espectacular, vientre plano y pechos firmes y uniformes incluidos. A los 30 yo me conservaba bastante bien también, sin sobrepeso, pelo moreno ondulado, ojos marrones, alto y con una cara graciosa que me permitía "mojar" de vez en cuando. La recibí en la estación de autobúses histérico, temblando, sabía que podía salir muy bien pero también muy mal. La complicidad de los meses anteriores nos ayudo mucho en ese primer contacto. -hola ( dos besos), que tal el viaje ? -mmmmuy largo!! Venía vestida dándome caña. Sabía que me encantaba como le quedaban los vaqueros con la camisa blanca. Escotada lo justo, con gusto. Llegamos al hotel y después de pasar por recepción ya no aguantamos más. En el ascensor comenzamos a besarnos frenéticamente, nuestras ...
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