1. La señora Teresa


    Fecha: 09/12/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... a desnudarnos y ella mucho más rápido que yo al tener solo la bata y su calzón pues no llevaba puesto el brasier, por algo se le marcaban bien esos grandes pezones marrones que coronaban esos grandes senos de mujer madura. Su cabello negro resaltaba sobre su piel trigueña y su cuerpo, aunque presentaba un pequeño rollo razonable por su edad y la piel de su abdomen unas estrías producto de sus embarazos, se mostraba con las curvas suficientes para animarme. Me acerqué a ella y nos abrazamos y besamos y luego en la cama empezamos siendo ella quien me masturbaba suavemente. De un momento a otro su lengua empezó a degustar mi pene por todo lo largo para luego engullirlo sin miramientos, los labios de la señora Teresa recorrían como si de un chupete se tratara mi verga mientras su lengua jugaba por dentro, dándome un delicioso placer. Después de un rato le hice saber a la señora que era mi turno de disfrutar de esa concha y hacerla gozar como no lo hacía desde hace años. Mi lengua se paseaba como Pedro por su casa por cada pliegue de la señora y ella, con sus gemidos y suspiros, me indicaba que estaba haciendo muy bien mi trabajo y yo como buen trabajador no dejaba de jugar con su clítoris, mientras un dedo se introducía invadiendo su interior caliente y ya húmedo como preparándose para algo más. Pero estuve buen rato saboreando de la concha de la señora mientras la miraba como cerraba los ojos y se derretía con cada lengüetazo y luego ya me moví para seguir. Y la sensación de ...
    ... sentir mi verga abriéndose paso a través de sus paredes vaginales fue una deliciosa experiencia pues los años de viudez y no tener contacto sexual habían logrado que su vagina esté más cerrada y se sintiera delicioso para los dos. Ya encima de ella y con mi virilidad en sus entrañas nos miramos. Y así mis movimientos suaves durante la conversación, se fueron incrementando poco a poco para ir calentarnos más nuestros cuerpos y que por el calor del verano de Lima, en este 2017 que es extremo, el sudor empezó a salpicarnos, pero eso no nos detenía, sino que nos animaba a seguir entregándonos. La señora Teresa soltaba gemidos fuertes pero nos dio igual que se pudieran escuchar en el primer piso dónde a estas horas ya se estaría desarrollando las clases del arte marcial que supuestamente debería estar practicando pero que la fortuna, que muchas veces hay que buscarla y presionarla, me tenía disfrutando del cuerpo de una viuda madura y entregada. Por la calentura en la que estábamos después de un tiempo sentí que la leche de mis huevos se revolvía queriendo explotar y la misma señora se dio cuenta de eso y me animó a terminar dentro de ella, y así hice un momento después cuando varios chorros de semen llenaban su caliente interior y la señora suspiraba al sentir eso por dentro. Nos miramos y nos besamos después de haber compartido este momento especial. Luego me moví de encima de la señora y fui al baño a buscar un poco de papel higiénico y limpiar el semen que salía de su vagina para ...