1. Entregando a Lorena 32


    Fecha: 11/12/2018, Categorías: Sexo en Grupo Sexo con Maduras Voyerismo Autor: aristurman, Fuente: xHamster

    ... por otra temía lo que pasaría con seguridad allí a puertas cerradas...El bar estaba en la esquina; pero a mí me pareció una distancia enorme para la manera en que iba vestida Lorena… realmente parecía una puta callejera. Lo peor, era que movía sus caderas como una puta callejera…En cuanto entramos al bar, el dueño bajó de repente la persiana y cerró la puerta de entrada, para que nadie más pudiera acceder al local.Lo que vimos adentro nos cambió la cara a ambos. El tipo había invitado a otros siete clientes habituales, según pude contar.La cara de mi esposa tenía una expresión totalmente lujuriosa. Tal vez no recordaba mucho de lo que había sucedido la vez anterior; pero ahora había entendido que tal quizás la cosa se le había ido de las manos y lo peor era que no teníamos vuelta atrás: la persiana se había cerrado a nuestras espaldas y nadie pensaba abrirla tan fácilmente...Luego de presentar a sus cómplices, el dueño acompañó a Lorena hasta la mesa que había preparado especialmente para la ocasión. La hizo sentar a su lado y me indicó gentilmente que yo me sentara junto a mi esposa.La cena transcurrió de una manera muy agradable, aunque la conversación fue subiendo cada vez más en tono sexual y pude observar que el dueño no dejaba de llenarle la copa de vino a mi esposa; cuidando que solamente ella bebiera de esa misma botella. Me imaginé que ese vino llevaba algo especial para animar a Lorena, o para aflojar su voluntad más adelante…Mi mujercita estaba eufórica, ...
    ... bebía una copa tras otra de vino; pero yo cada vez notaba cómo iba perdiendo la voluntad.En un momento ella dio un respingo y sus manos se crisparon sobre el borde de la mesa. Miré por debajo del mantel y pude ver que el dueño le había separado los muslos y le estaba estimulando el clítoris, masturbándola suavemente.No me sorprendió ver que mi esposa no llevara tanga esa noche. Me quedé como hipnotizado mirando los dedos de ese tipo que separaban los labios vaginales y le frotaban la entrada de la concha, no la podía ver directamente, pero, por el brillo de los dedos se apreciaba bien mojada.El hijo de puta siguió haciéndolo hasta que ella empezó a ponerse tensa, señal de que estaba a punto de acabar. Cuando parecía ya estar al borde del primer orgasmo, el tipo se detuvo de golpe, dejándola a propósito muy caliente a las puertas del mismo.Entonces se levantó de la mesa, anunciando que ya era hora del postre.Tomó a mi mujer del brazo y la arrastró hasta el centro del salón. Luego se dirigió a mí con una perversa mirada en los ojos, pidiéndome que hiciera los honores de desnudar a mi propia mujer frente a ellos.Obediente como un verdadero autómata, me acerqué a Lorena, que se mantenía de pie a duras penas, se balanceaba adelante y atrás y parecía que en cualquier momento se iba a caer de bruces al suelo…Me puse detrás de ella y comencé a abrir el cierre de su vestido dorado. Lo deslicé hacia abajo muy lentamente y con mucho morbo.El vestido cayó a los pies de Lorena, que quedó ...
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