1. Desafío de galaxias (capitulo 66)


    Fecha: 12/12/2018, Categorías: Grandes Series, Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... otro lado, cuanto más gente lo sepa, más posibilidades hay de que se produzca una filtración. —¡Vale! Me has convencido, —dijo Oriyan— Sarita, ¿me dejas tu mesa un rato mientras me organizo todo esto? —Todo lo que quieras, no te preocupes. —Necesito una unidad de almacenamiento. —¿10 exabytes, o más? —preguntó Sarita sacando uno del armario. —No, no, con ese de sobra, —cogiéndolo y después de acoplarlo en la tableta, se puso a trabajar. Hirell y Marión, entraron en sus aposentos del Cuartel General cogidos por la cintura, mientras se besuqueaban. Se despojaron de los uniformes y se ducharon juntos, como siempre que tenían oportunidad. A Hirell le encantaba pasar la esponja por el cuerpo de Marión, enjabonarla la espalda, los pechos, todo. —¿Qué te parece el próximo viaje de Marisol? —preguntó Hirell cuándo por fin terminaron de ducharse y la ayudaba a secarse. —¿Qué viaje? —preguntó Marión con extrañeza—. No se nada. —¿No te lo ha dicho? Va a Konark a ver a la reverenda madre. —Si va a Konark es para verla a ella… ¡O, Dios mío! Y a montarla en esa maquina infernal de cuatro ruedas que tanto le gusta, —cogió su comunicador y llamó a Marisol. »Dime cariño. —¿Cómo es que vas a Konark y no me dices nada? »Porque lo he decidido a última hora y no te he visto; hasta pasado mañana no me voy, te lo iba a decir mañana. ¿Qué te pasa? —¡Me voy contigo, y no me vengas con chorradas! »Ya lo había pensado, además, he quedado con Loewen allí, y con Pulqueria y Bertil. —¡Ah! Vale. »¿Se ...
    ... puede saber que te pasa?, porque a estás horas Hirell ya te habrá echado el primero. —No empieces que no estoy para fiestas, y no me pasa nada, es que pensaba que te ibas sin mí. Nada más. »Pásame a Hirell que le voy a decir que te eché otro rápidamente, que te hace falta. —¡Ja, ja, ja! Una leche te voy a pasar a Hirell. Hasta mañana. »Vale, hasta mañana. —Mi amor, ¿se te ha ido la pinza? —dijo Hirell muy serio—. Si me hubieras dejado, te lo habría dicho yo, y no le hubieras dado la bronca a Marisol. —¡Joder nene! es que pensaba que se iba en secreto. Perdóname mi amor. —No tengo nada que perdonar, pero llevas una temporada que estás muy irritable, y me gustaría saber por qué. —No me pasa nada. —¡Bueno vale! Lo que tú digas, —Hirell, visiblemente molesto, se puso los pantalones—. Venga, vístete y vamos a cenar. —¡No tengo ganas de cenar! —exclamó mohína. —Muy bien. ¿Quieres que te traiga algo? —Marión no contestó e Hirell salio hacia en comedor. Cuándo Hirell entró en el comedor, vio a Marisol y Anahis sentadas en una mesa, cenando y hablando de sus cosas. Cogió una ensalada y agua del autoservicio y se acercó a ellas. —Marisol, siento lo que ha pasado… —comenzó a decir mientras de pie, sujetaba la bandeja. —No tienes de que disculparte, —le interrumpió Marisol dando unos golpecitos sobre la mesa para que se sentara—. ¿Vienes tu solo? —Sí, sí, no ha querido venir. Casi es mejor así. —No creas qué no me doy cuenta de que Marión lleva una temporada que está muy rara, —dijo Marisol ...
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