1. Shewolf (II parte)


    Fecha: 16/10/2017, Categorías: Incesto Autor: karellen, Fuente: RelatosEróticos

    ... los dejé tirados sobre el suelo. Acabé mi botella de bourbon y me acosté en la cama desnudo a dormir el dulce sueño que produce los restos de alcohol y sexo. No sé muy bien durante cuánto tiempo dormí, pero abrí los ojos de golpe con la inquietante sensación de que había alguien más en el pequeño apartamento. Mi mirada se posó por casualidad sobre la ventana; estaba abierta y yo tenía la certeza de que no la había abierto en ningún momento. Giré mi cabeza hacia el salón y me quedé completamente aterrado al descubrir cómo estaba iluminado por el reflejo fantasmagórico del monitor LCD. Yo lo había apagado�de eso estaba completamente seguro. Me levanté a hurtadillas y asomé media cabeza a través del marco de la puerta. La película Japonesa se reproducía de nuevo desde el principio y sentada sobre el mismo asiento sobre el que me había masturbado unas horas antes, había una joven que a pesar de haberla visto tan sólo una vez en una fotografía en blanco y negro había ocupado mi cabeza por completo. No tenía ninguna duda. Era ella. La hija completamente loca de mi mujer se masturbaba lujuriosamente mientras miraba la película con la cabeza ladeada y al menos tres dedos introducidos constantemente en su adolescente coño. Llevaba puesta una falda minúscula a cuadros rojos y negros que se había levantado sobre las piernas haciéndola un gurruño. Unas botas militares casi hasta las rodillas llenas de hebillas, pinchos y otros adornos metálicos. Gemía como un gatito y aunque la luz no me ...
    ... dejaba ver del todo su rostro. Adiviné que en su tez pálida se habían dibujado dos enormes colores sobre sus mejillas que la daban aún más el aspecto de una pequeña muñeca. Se estaba trabajando el coño de lo lindo. Note como mi polla se erguía de nuevo y me reclamaba una serie de atenciones que no podía darla en ese momento. Lo cierto es que estaba completamente aterrado. Las palabras del diagnóstico no dejaban de martirizarme; �paranoia esquizoide� De repente perdió todo interés en la película y se levantó olfateando el aire. �como una loba �pensé. Algo capto su atención y se tiro al suelo cruzando media habitación a cuatro patas. Desde donde estaba podía ver su culo perfecto asomándose a través de su pequeña falda. Dios�-pensé de nuevo. Si pudiera meter mi polla ahí dentro. Su sensual caminata se detuvo y olisqueó con más entusiasmo el suelo. Había encontrado mis calzoncillos llenos de semen y los lamía y succionaba como un perro sediento. Pasaba su pequeña lengua a lo largo y ancho de la tela mientras oía un ruido furioso, casi animal al terminarse �ese� alimento. Me metí en la cama corriendo. Sabía que ahora ya no iba haber nada que captase su atención y me cubrí con una sábana rezando en que saliera por la ventana de nuevo. El ruido de sus botas militares chocando contra el suelo se hizo más fuerte. El corazón me palpitaba con tal fuerza que casi me desgarra el pecho. Había entrado en el cuarto y respiraba profundamente analizando cada olor que flotaba en la habitación. ...