1. La amiga de mi amiga


    Fecha: 15/12/2018, Categorías: Hetero Erotismo y Amor Autor: Cblk, Fuente: CuentoRelatos

    Buenas amigos, Tras mis dos primeros relatos, he tardado algo más en este tercero. No me decidía en cuál sería la siguiente historia... pero finalmente aquí la tenéis. Abierto a sugerencias y comentarios. Os contaré como conocí a Irene. Irene es la amiga de una de mis mejores amigas. Ella vive en el pueblo de al lado, tiene un par de años menos que yo, por eso de no conocerla. Además, estudia y pasa la semana fuera. Un día habíamos quedado el grupo de amigos y ella había venido invitada por nuestra amiga en común. En cuanto llegó, obviamente me fijé en ella. Era una chica delgadita, de 1,65 más o menos, muy blanquita, de pelo corto (por el cuello), ojos castaños con mirada aniñada y triste. Pasamos una buena tarde y hubo momentos para todo. Jugamos, charlamos y pude conversar tranquilamente con ella. Se la veía una chica centrada, con conversación. Me gustaba podríamos decir. Días más tarde, nos agregamos a redes sociales y empezamos a hablar. A medida que iban pasando los días y teníamos más relación, esa mirada triste e ingenua se tornó en lasciva y salvaje, me poseyó totalmente. Tras varias semanas, quedamos en persona. Un sábado, por la tarde, soleado y de frío. La recogí en casa y quiso ir a pasear y aprovechar los rayos del sol. No me digas más dije. Viajamos 20 minutos hasta una ciudad cercana, con un paseo junto al río lleno de flora. Tímidamente, entablamos una conversación sobre todo y nada en general. Disfrutamos del paseo, ganamos complicidad y confianza. Tomamos ...
    ... un rico café con leche mientras hablábamos de nuestros gustos y aficiones. Poco a poco, nos fuimos desinhibiendo y hablando de temas más íntimos. Se hacía de noche y decidimos volver al coche y retomar el camino de vuelta a casa. Iba algo insatisfecho por no haber llegado a intimar más o haberla besado incluso. Al llegar a su casa nos dimos dos besos y me fui. A los 2' sonaba el teléfono, era ella. Al parecer, no había llevado llaves y necesitaba ayuda para entrar por la ventana. Volví y la ayude a trepar, consiguiendo entrar por una. Abrió la puerta y me invitó a pasar a tomar algo y a cenar. Al no haber nada rápido que hacer, le propuse hacer una pizza. Su familia no estaría esos días en casa y podía hacer y deshacer a su antojo. Le sorprendió mi "destreza" haciendo la masa. Esto llevó a jugueteos con la harina, típico pero... Tras prepararla y cenar, nos fuimos a la salita a ver la tele. Más que ver la tele, hablamos, nos reímos, se creó esa magia. Nuestras miradas pedían a gritos uno por el otro. El silencio se hizo, nos miramos los labios y... nos besamos. Fue un beso tierno pero corto. Nos separamos, sonreímos mientras seguíamos viéndonos para volver a besarnos. Carantoñas, besos, caricias... juegos de manos, invitaron a seguir más allá. Se puso en pie, me agarró de la mano y nos fuimos a su cuarto. Cerró la puerta, me miró, se me encogió el estómago y comenzó a besarme mientras me desabotonaba la camisa; yo metí la mano tras su jersey y quite los corchetes de su sostén ...
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