1. Entre los manzanos, mi primer hombre


    Fecha: 18/12/2018, Categorías: Masturbación Voyerismo Autor: coleccionista, Fuente: xHamster

    A mis 15 años tuve mi despertar sexual, como ya relaté anteriormente, y fue con otra mujer. Esa relación duró unos 5 meses, pero siempre seguimos siendo amigas, hasta hoy. Nunca fue nada serio, nuestra relación era algo más como maestro-aprendiz. Sin embargo, todo lo que experimenté con ella fue solamente lesbianismo, y bueno, a mi no me interesaban los hombres tampoco. No aún.Pasé mis 16 teniendo sexo solamente con mi mano, y a mis 17, cuando entré a 3ero medio tuve mi primera relación seria con una mujer que conocí en una fiesta a la que me invitaron. Eso duró un año y llegué a 4to medio, mi último año de colegio.No me interesaban los hombres aún en ese entonces, sin embargo, tenía amigos hombres. Uno en especial con el que me llevaba bastante bien, aunque siempre noté que yo le gustaba, a pesar de saber que yo salía con mujeres. El nunca lo dijo, ni se insinuó de ninguna forma, pero una lo nota. No sé como, pero lo nota.Estaba terminando ese último año, yo no tuve ningún tipo de relación seria, solo un par de aventuritas. Él lo sabía, y aun así no parecía rendirse conmigo, siempre estuvo ahí cuando lo necesité. Y fue después de nuestra licenciatura, en la casa de un compañero que organizó una “última junta” como curso, que yo caí en sus brazos. La casa era grande y espaciosa, asique podíamos hablar sin problemas mientras caminábamos. Y con grande me refiero a que había una piscina, y un montón de árboles frutales en el terreno, y mucho espacio libre. Asique recorrimos eso ...
    ... mientras hablábamos.-¿Aún no pololeas? –le dije yo, como retándolo, entre la conversación.-No tengo tanta suerte como tú –me respondió riendo.-Jaja, no es que a mi me lluevan las parejas o algo así.-Aah, pero tu eres linda, y te atreves mucho más. No me interesa en todo caso, estoy bien solo.-Eso lo dices porque nunca has estado con nadie –dije disimulando el sonrojo que tuve cuando me dijo linda, nunca había sido tan “directo”- Pero gracias, en todo caso.-¿Por qué?-Por… decirme linda.-Ah…Nos quedamos en silencio, mientras caminábamos cerca de unos manzanos. Agradecí a que estuviese oscuro, porque me sentía abochornada, sobre todo porque él estaba como si nada.-El problema no es ser lindo o no, es atreverse más –dije continuando la conversación, aunque me sentí hipócrita dando ese consejo, pues yo misma antes de mi primera vez era una monja prácticamente. Y fue ahí donde lo comencé a pensar…-Nah, no siempre se puede, cuando tenga la mejor oportunidad creo que haré algo.-¿Por qué no haces la oportunidad? –dije yo, dejando de caminar, con la cabeza gacha.No me gustaban los hombres, no aún. Pero él… lo conocía, nos conocíamos, había confianza. Y sentí el deseo de tomar yo el rol de “maestra” esta vez… aunque ahora admito que también hubo harto de curiosidad por él, curiosidad por experimentar algo nuevo.-¿Cómo? –dijo él, sin entender bien, algo desconcertado.Pero yo no le respondí su pregunta, sino que le dije:-Abrázame. Solo abrázame.No supo que decirme, pero finalmente, cuando ...
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