1. Me excité mirando


    Fecha: 20/12/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi bella hija Maya es una linda jovén de 17 años, rubia como el Sol, ojos azules como el mar, y un cuerpo perfecto. Caminaba de vuelta a la casa principal de la hacienda cuando oí unos gemidos que venían del galpón donde guardamos el cacao. Me acerqué sigiloso a observar y descubrí a mi hija gritando y gimiendo ruidosamente de placer, mientras era violentamente poseida por dos negros enormes, mientras otros dos negros desnudos observaban fascinados la escena esperando su turno. Era evidente que aquel sexo era consensuado, y mi Maya pasaba un gran rato de placer. Ver aquello me excitó mucho y me puse a observar. Mi bella Maya se comportaba como una puta en celo, y aquellos negros con sus enormes pijas así la trataban. No se cuantos orgasmos tuvo Maya, ni cuantas veces eyacularon aquellos hombres en cada agujero de mi hija. Al acabar el último de ellos se quedaron unidos besandose. Oí a los otros bañarse y partir. Luego de unos minutos el negro que besaba a mi bella hija salió de su vagina y se fue a bañar, yendose también. Maya quedó rendida de agotamiento y placer en el suelo y después de un rato se levantó y fue a ...
    ... ducharse. Mientras se bañaba la tomé por detrás y la penetré de un golpe. Ella no se resistió y se acopló a mis embates, tirando conmigo sin voltear a ver quien era, y tuvo dos orgasmos. Al sacar mi pene de su cuerpo cayó de rodillas y yo partí. Al llegar a casa me sentí muy culpable. Vi venir a Maya y ella se sentó en mis piernas y me abrazo diciendome: Papá, hoy fui violada y me siento sucia, necesito que me poseas, si no me sentiré muy sucia, y sin darme tiempo a nada me beso en la boca. Mi pene se erectó y Maya me llevó a su cuarto, donde copulamos 5 veces. Eyaculé en su vagina, ano, y boca, y nos dormimos juntos y unidos. A los 2 meses Maya mostraba una barriguita de preñes. Desde ese día teníamos sexo cada noche. Un día me dijo que deseaba casarse con un hombre negro del pueblo, y accedí. Se casó con Juan, el hombre que ví haciendole el amor de último en la bodega. Ese día supe que mi hija tenía sexo con por lo menos 5 hombres diferentes. Unos meses después dio a luz un niñito negro. Aún hoy, dos años después sigo poseyendo a mi hija una vez al día y la escucho gemir de placer mientras tira con su ahora marido 
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