1. Imaginación


    Fecha: 21/12/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... en la espalda y mi cuerpo desnudo montándose en el tuyo. Te estiras para quedar completamente boca abajo y abres ligeramente las piernas cuando sientes mi pene entre ellas. Pronto sientes la punta presionando sobre tus labios que se abren mientras mi verga empieza a entrar en ti. Se desliza hacia adentro sin problema entre tus abundantes jugos, lentamente y tú sientes como tu vagina se acomoda alrededor de él. Yo te digo al oído ¡qué delicia! ¡qué vagina tan rica tienes! Y dejo escapar un suspiro de placer. Llego hasta el fondo y tú te sientes llena con ese rollo de carne caliente pulsando en tus entrañas. El placer te inunda de nuevo y dejas escapar un gemido. Quito el cabello de tu cara para besar tu mejilla y tu boca. Comienzo un lento mete y saca, sintiendo cada centímetro de tu interior, tú sientes como sale hasta quedar casi afuera dejándote vacía solo para sentir cómo te llena de nuevo inmediatamente después. Levantas tus nalgas tratando de lograr que te penetre más, pero mi cabeza ya da contra el fondo, siento el pequeño bulto que hace la entrada de tu útero. Empiezo a hacer movimientos circulares con la cadera para frotar mi verga contra todas las paredes de tu vagina, tú sientes como si la punta girara también contra el fondo de ella. Te lamo la mejilla, ...
    ... el cuello y los hombros cada vez más excitado, aumento la velocidad de los movimientos mientras tu cuerpo pide más placer y pronto explotas en una serie de orgasmos mientras clavas tus uñas en el colchón y me gritas: así,.... siiii.... más.... qué rico.... dale.... no pares.... ahhhhhh... qué vergota.... Yo me sigo moviendo solo para sentir cómo te estremeces, para ver cómo gozas, me encanta verte disfrutar, me contengo pensando en alargar tu placer. El sudor une nuestros cuerpos. Tomo tus caderas y nos levantamos para que tú quedes en cuatro, te acurrucas, cerrando las piernas conmigo adentro. Me muevo otra vez sintiendo tu vagina más apretada y tú empiezas a gemir con más fuerza. Pronto no puedo contenerme más y lleno tu vagina con mi semen caliente mientras trato de hundir mi verga más tomándote de los hombros con las manos y doy un largo grito de placer. Tú sientes como mi leche fluye dentro de ti. Nos deslizamos para quedar acostados de medio lado sin dejar salir mi pene y te abrazo pellizcando un pezón entre mis dedos. Tu entrepierna, tus dulces muslos, tus nalgas y mis muslos están cubiertos de una mezcla de tus jugos y nuestro sudor. Volteas la cabeza pidiendo un beso el cual con gusto te doy, aunque tenemos la boca seca. El olor a sexo inunda el ambiente. 
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