1. En el trabajo


    Fecha: 22/12/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Fabio era un compañero de trabajo. Ambos cubríamos el turno noche. Con el paso del tiempo forjamos una sólida amistad. La ventaja de trabajar de noche era que no siempre había algo por hacer, de modo que muchas noches aprovechabamos ppara hacer copias en video cosas que nos interesaban. Era común que alquilaramos películas en un videoclub cercano, a veces para hacernos copias, a veces solo para verlas. Teníamos entonces 20 años y era una época en las que las películas porno eran una novedad. Era común rentar una o dos para verlas. En el trabajo yo aparentaba llevar una vida heterosexual, pero en realidad había tenido experiencias con otros chicos y me sentía más bien bisexual..Experiencias que había empezado a los 11 años y que habían continuado durante la dolescencia. Lo cierto es que era bastante habitual mirar porno, acompañados de una cerveza fría. De a poco otro compañero llamado Norberto, se sumó a nosotros. Con la explosión del género comenzaron a surgir diferentes variantes, lesbianismo, sexo anal, zoofilia, grupales, sado, gay, etc. Nosotros mirabamos todo el espectro Era habitual cruzar bromas entre nosotros acerca de la calentura que nos provocaba mirar aquello casi todas las noches. Lo que comenzó siendo comentarios verbales fue llevando a que cada vez fuera más frecuente tomar por sorpresa a alguno, manoseándole la pija para comprobar su excitación. Cierta noche, Fabio trajo las películas que había alquilado al anochecer. Una de ellas se llamaba « los ...
    ... bisexuales ». Cerveza de por medio nos sentamos los tres a verla, creyendo en un principio que trataba sobre lesbianas. De hecho la película comenzó con una secuencia de sexo entre dos rubias de pechos enormes, pero luego que se masturbaran entre ellas hasta el orgasmo, la situación derivó en una orgía en la que dos tipos estaban cogiendose a un tercero mientras las rubias se ocupaban de la verga del que estaba siendo sometido. En ese momento estiré mi brazo para comprobar la excitación de Fabio, quien estaba a mi izquierda, y comprobé que tenía la pija dura como piedra. Me volví para el lado en que estab Norberto y comprobé que tambíen estaba re caliente. Cuando iba a hacer un comentario al respecto, casi al unísono ambos buscaron manotear mi pija, y descubrieron también que mi verga estaba más que excitada. Yo rompí el hiel diciendo – parece que esta escena nos puso a los tres a mil. Amobos hicieron silencio, corroborando mi comentario. Parecía caerse de maduro que las cosas no daban para más. Pero -¿quien tomaría la iniciativa ? De los dos, el que más me calentaba era Norberto. Excepto por su pubis, era completamente lampiño. Tenía un cuerpo armónico, y su rostro era hermoso. Sin pensarlo, me volteé hacia él, lo miré a los ojos y comencéa bajar el cierre de sus jeans. No dijo nada. Fabio iba con su vista de la tv, a nosotros, y mientras se frotaba la pija que ya le abultaba notoriamente su pantalón. Arrodillándome ante Norberto, tiré de sus pantalones hacia abajo, dejando al ...
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