1. Amigos con derecho a roce


    Fecha: 26/12/2018, Categorías: Sexualidad, Erotismo y Amor Autor: Iría Ferrari, Fuente: CuentoRelatos

    Comenzamos a follar como amigos, no como amantes. Somos el plan B del otro y nos gusta así. Yo no conocía el término "fuck friends", pero ahí estaba teniendo uno de tantos en mi vida. Veíamos películas juntos en su sofá y al terminar, como quién dice " la mesa esta servida, a cenar" nos desvestiamos, y nos comíamos como fieras feroces el uno al otro, para terminar en cualquier rincón de la casa corriéndonos juntos. Más tarde comentabamos el film como si nada y seguíamos a lo nuestro. Día tras día, nos viciaba más y buscabamos mil excusas para vernos y tener un encuentro de los nuestros. Poco a poco descubrimos lo mucho que nos gustaba el sexo y como provocarnos. Una tarde fui a su casa con ganas de guerra y nada más abrir la puerta, me abalancé sobre él. Se le ponía dura y tiesa nada más verme, pero esta vez yo sólo llevaba un abrigo largo que dejaba entrever un liguero. Nos besamos apasionadamente compartiendo la saliva, y yo esbozaba suspiros ahogados solo con su presencia. Acarició mi cuello y puso sus dedos en mi boca para que los mordiera. Yo me dedicaba al 100% para complacerle. Me quito el abrigo de un plumazo mientras se arrodillaba ante mi, casi sin cerrar la puerta de su casa. Yo sabía que mi ropa interior lo pondría a mil, pero esta vez no se conformo con mirarla. Era como un lobo y yo su pobre presa, desabrocho mi sujetador, y arranco mi tanga con tal fuerza que hizo me excitará mucho más. Esa brusquedad y dulzura que él tenía me ponían muy caliente. Levanto mis ...
    ... piernas y las enrosco a sus caderas, mientras me mordía el cuello y los labios, llego hacerme hasta sangre en uno de ellos y para luego lamerlos con delicadeza. Notaba su polla buscando mi vagina mientras me empujaba en la puerta. Yo me desenvolvía en gemidos y suspiros y aún no me había ni penetrado. Su juego lo hacía más interesante, nunca sabía donde acabaríamos follando como animales, pero, esa vez me descolocó por completo. Me cogió como a una pluma con mis piernas enroscadas a su cintura y abrió de golpe con el pie, la primera puerta que continuaba a la de la entrada del recibidor. Era el baño, me coloco en el mármol frío, sentada, se arrodillo ante mí, y me devoro por completo mi coño humeante, introdujo dos de sus dedos y dibujaba círculos sin parar de mover su lengua retorcida por mis labios. —No puedo más, me voy a correr. -Le dije yo. —Córrete mi niña, córrete para mí, que yo te vea.-Me dijo mientras no dejaba en su empeño con sus dedos y lengua. Podía verme en el gran espejo del cuarto de baño, y eso excitaba a mi voayeur interna. Me corrí en su cara como si no hubiera final, notaba mis jugos lo mojaban por completo, sin importarle para nada. Se levantó frente a mí y me beso para que probara mi sabor saldo en sus labios. —¡Eres mía, lo sabes! y ahora puedo hacer contigo lo que quiera. -Me dijo quitándose su camiseta frikie. Me cogió de la mano y me acerco a la bañera, yo me metí sin rechistar. Abrió el grifo del agua caliente, dejando que el agua resbalará sobre mi ...
«12»