1. SUPERTRANS


    Fecha: 18/10/2017, Categorías: Transexuales Autor: lib99, Fuente: RelatosEróticos

    ... con fuerza el pezón y la sensibilidad de su polla se multiplica. Con un pequeño gemido su lengua se desliza entre los labios, saboreando la mezcla de su propia saliva con el resabio clorado del agua de la ducha. Golpea el blindado cristal, quebrándolo con facilidad en una lluvia de brillantes fragmentos, y vuela hasta el interior del amplio, casi monumental despacho. Él aguarda tranquilo, de pie en medio de la estancia. Apenas una sardónica sonrisa altera su frío gesto de dominio y autocontrol. La imagen de eficiente ejecutivo que le aporta su impoluto traje gris marengo y la corbata color burdeos se ve de alguna manera distorsionada por la perfecta arquitectura de su cráneo rasurado, otorgándole una cierta aura… mefistofélica. –Supergirl. Qué grata sorpresa –lanza una irónica mirada al mosaico de cristales fracturados que se esparce sobre el pulido suelo–. Haber llamado, mujer: la puerta está abierta. –Déjate de bromas, Luthor –le responde con decisión–. He venido a detenerte. –Oh, por supuesto, querida. Va con el oficio, ¿no? –Señala el emblema rojo y amarillo abombado por los pechos de Kara–. Sin abandonar su provocadora sonrisa ni el fuego helado de su mirada, Luthor se dirige hacia el mueble-bar de caoba que domina una de las paredes del despacho, con su andar pausado pero tenso, como el de un felino. Coge un vaso de cristal labrado, bajo y de culo ancho, y se sirve un whiskey. –¿Me acompañas? –Señala un vaso vacío–. Antes de que acabe de enunciar la pregunta un remolino ...
    ... rojo y azul cruza la sala, le agarra y le inmoviliza sobre el imponente escritorio de mármol. Kara ya está sobre su cuerpo, a horcajadas, cuando el vaso se estrella contra el suelo. –¡Eh! –Dice Luthor– Era un Cardhu de doce años. –¡Basta! Deja de interpretar tu personaje. Ahora no tienes público delante. Las manos de ella, como argollas de acero, le inmovilizan las muñecas contra la fría superficie de la mesa y sus muslos le apresan las caderas. Kara puede sentir contra sus ingles el abultado paquete del hombre. En la ducha, acelera los movimientos de su mano masajeándose la polla; su otra mano busca entre sus nalgas e introduce el dedo corazón dentro del ano. –Vaya –dice él sin perder la compostura–, parece que me tienes a tu merced. ¿Qué vas a hacer ahora, superheroína? Ambos se sostienen las miradas, tan intensas que parecen a punto de incendiar la cargada atmósfera que les rodea. Kara baja la cabeza y le besa en la boca. Luthor acepta el beso y restriega con pasión sus labios contra los de ella. Sus lenguas se frotan, retorciéndose como lúbricas serpientes hasta lograr una imposible lazada de carne blanda y húmeda. Kara nota cómo la polla del hombre crece con rapidez, apretándose contra la suya. Sin liberarle las manos ni dejar de besarle, mueve sus caderas para frotar su paquete contra el de él. Cuando ambas vergas están duras como barras de palpitante hierro, Luthor, con aparente facilidad, se libera de la presa con que le somete la Doncella de Acero y, sin separar sus ...
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