1. Mi vecina nueva


    Fecha: 30/12/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Soy hombre y actualmente tengo 18 años. Cuando tenía 11 años me cambie de casa de San Miguel de Allende a Querétaro por cuestiones de trabajo de mi papa. El día que llegamos a la nueva casa, vi a una niña como de mi edad en la casa de al lado. Me gusto desde el primer día que la vi. Al principio me daba pena hablarle, pero al día siguiente ella y su familia fueron a darnos la bienvenida a la colonia. Ella fue y se presentó conmigo. A partir de ese día nos comenzamos a hablar muy bien. Ella salía al patio de su casa y yo al de la mía, y platicábamos horas. A los pocos días, tuve que ir a la escuela. Me toco el estar en el salón de mi nueva amiga. Aunque la verdad me daba pena decirle que me latía mucho. Sin embargo algo que paso unos días después cambiaron mi visión de lo que era el amor. Mis padres tuvieron que salir por una urgencia ese día. Al salir me dijeron que se iban a tardar, que regresarían muy tarde en la noche y que hiciera el favor de bañarme. Cuando estaba desvistiéndome para meterme a bañar, sonó el timbre. Me puse una bata de baño que tenía y baje a ver quien era. Mire por el agujerito de la puerta y era mi vecina. Le abrí y le dije que me tenía que meter a bañar. Me dijo que estaba bien, que solo venía a pedirme una taza de azúcar. Se la di, entonces le dije que la veía ...
    ... más tarde, no la acompañe hasta la puerta, pero cuando subí la escalera le grite que cerrara la puerta. Y escuche cuando abrió la puerta y luego se cerró. Entre al baño, me quite la bata y estaba a punto de quitarme los bóxers cuando ella hablo. Yo nunca había pasado tal vergüenza en mi vida. Ella estaba muerta de la pena, no pensó que me iba a bañar. Me puse nuevamente la bata y bajamos a la sala. Ella no paraba de disculparse. De pronto nos dimos un beso en la boca. Y nos dimos otro y otro. Entonces ella me dijo que si ella se quitaba la ropa, yo me tenía que quitar la bata. Yo le iba a decir que no, pero ella ya se estaba desvistiendo. Quedo en calzones y brasier, me dijo que yo me quitara la bata, se me acerco, desato el nudo y yo quede en bóxers. Me abrazo, me dio un beso en la boca. El contacto con su piel me gustó mucho, la tome y la bese muy largamente. Nos fuimos sentando en el suelo. Ella se puso encima de mi regazo mientras me seguía besando. Ella se bajó los calzones, saco mi verga de los bóxers, y se me ocurrió de la nada metérsela en su concha. La sensación de ricura fue intensa, nunca en mi vida había sentido algo igual de delicioso. Ella gemía, y empezó a subir y bajar. El placer iba subiendo cada vez más. Ella grito cuando alcance mi orgasmo. Acabamos muy sudorosos los dos. 
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