1. LA NUEVA MASCOTA DE MI MEJOR AMIGO PARTE 2


    Fecha: 30/12/2018, Categorías: BDSM Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Al cumplir 15 años, mi mejor amigo de 17 años (Juanito) decide darme un excelente regalo, sin saber que así iniciaría mi carrera como sumiso, ante la tortura, humillación y dolor. Una fiesta que duraría 10 días de festejo y placer. CONTINUACIÓN... ESPERO SUS COMENTARIOS... El 21 de febrero, martes por la tarde. Luego de llegar del colegio, mi amo me esperaba en la sala, mientras mi mama le daba un poco de leche y galletas. -Mira hijo, te estaba esperando Juan, me dice que irán al cine, y luego se quedaran en su casa. Me dice que nunca había tenido un gran amigo como tú. Por ciento ¿Quieres comer algo? -No será necesario señora, yo lo llevaré a comer, a parte mi madre hizo una sabrosa comida. Espero te guste lo que tengo preparado para ti. Mandando una sonrisa perversa, que me asustó un poco. Y con esas palabras, inició mi segunda sesión de tortura. Mi ritual básico. Inmediatamente que llegamos a su casa, me desvestí, guardando mi ropa en un pequeño bote. Me colocó mi correa de perra en mis huevos, me puse a cuatro patas y me abstuve a obedecer a mi amo sin remedio. Para variar, la madre de mi amo había hecho una riquísima comida, el olor era exquisito. Lamentablemente no fui invitado. Ya que era una perra, me sirvieron un montón de croquetas y un poco de agua, en un plato para perro. Se me vio obligado a comer solo con el hocico, a gatas, recibiendo una enorme humillación. Ya que la familia de mi amo miró mi acto. Consumí agua a lengüetazos, vaya lo difícil que es tomar ...
    ... agua de esa manera. Y finalizó mi comida del día. Mi amo me jaló de la correa de inmediato, y me llevó al sótano, donde tenía la gran diversión. O al menos eso decía. El padre de mi amo me dio una nalgada, notando placer en mi sufrimiento. -Lamento que solo te quedes esta noche, pero tendré que conformarme con este tiempo. Así que iniciará tu entrenamiento. Me colocó en una gran tarja de acero, atándome con argollas mis muñecas y tobillos. Exponiendo mí colita al peligro. Mi orificio aún era virgen, y claro muy pequeñito. Untó con un poco de saliva en mi colita, e introdujo uno de sus dedos en mi orificio. Un espasmo sentí de inmediato, contrayendo todos los músculos. Aseguró la correa en una argolla que tenía la tarja, para someterme por completo, ya que no podía moverme demasiado, sin que mis huevos dieran un gran estirón. -Antes que nada, lo primero es asearte por dentro, me da asco que mi perra tenga porquerías en su interior. De hoy en adelante quiero ese culito bien limpio, para evitar este sufrimiento, te realizarás enemas antes de venir a casa. Si llegases con la cola sucia, te someteré a esta tortura con demasiado placer. ¡ENTENDIDO! A pesar de no saber exactamente de lo que me decía, comprendí de inmediato el punto. Introdujo lentamente una manguera por mi colita, lo que me generó dolor, mucho dolor. Era rígido, y sin lubricante sentía como me desgarraban por detrás. Sentí como llegó hasta mis entrañas, dando un cólico en el abdomen, que se intensificó luego que ...
«1234...»