1. Raquel, mi hermana y mi obsesión


    Fecha: 01/01/2019, Categorías: Incesto No Consentido Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    Desde muy pequeños, mi hermana Raquel y yo somos muy unidos. Aunque ahora que ella trabaja. Ya casi nunca nos vemos. Mi hermana siempre fue muy coqueta, jugaba con cuanto chico o adulto se atravesaba en su camino. Metió en problemas a muchos profesores, ahora que está en la universidad, parece que por fin sentó cabeza. Y el que los hombres de todas las edades estén siempre rondándola, es lógico. Mi hermana tiene una cara de niña traviesa, pero un cuerpo esbelto y bien formado. El cabello negro hasta la cintura, y su piel blanca le dan ese toque de adolescente perpetua a sus veintiún años. Incluso mis amigo, se acercaron a mi queriendo estar cerca de ella. Y yo como su hermano dos años menor, termino siendo el recadero de todos. Me gusta verla salir por las tardes a su trabajo en una tienda departamental, se pone faldas y pantalones ajustados y se marca de maravilla su culito, que además, con la diminuta cintura su blusa ajustada hace que se vea aún más apetecible. Y no es que yo mire con morbo a mi hermana. Pero es una belleza espectacular. En fin, cada fin de año nos reunimos en casa de mis abuelos paternos, primos tíos y todos los nuevos familiares que añadan a la familia. Su casa es amplia pero debido al crecimiento en los miembros de la familia, parece insuficiente. Así que después de brindar, tuvimos que acomodarnos para dormir. A mí me tocó dormir en una cama matrimonial con mis padres y mi hermana. Y a no ser por los ronquidos de papá, jamás hubiera sucedido lo que les ...
    ... voy a platicar. Casi todos habíamos bebido algo de alcohol, así que cuando fuimos a dormir, mis padres cayeron rendidos, al igual que Raquel. La espalda de papá chocaba con la mía, pero frente a mi está mi hermana, no podía dormir, no aguantaba los ronquidos de papá. Y pase al menos dos horas sintiendo el aliento de Rachel en mi boca, ver su lunar arriba del labio y sentir su perfume. Ahora entendía porque todos estaban locos por ella. Incluso mis tíos aprovechaban cualquier descuido para tomarla de la cintura y se extendían en los abrazos. Hasta ahora yo solo había tenido una novia y solo fue por un periodo muy breve, sabía que llevaba un año sin besar a ninguna chica porque justamente el año pasado, con un mensaje de texto. Me terminaron. Eso recordaba y por instinto o estupidez. No lo tengo muy claro aún, pero acerque mis labios hasta que rozaron los de mi hermana. Ella no tuvo ninguna reacción, así que me acerqué más y le di un beso de lengua. Podía escuchar los latidos de mi corazón, mucho más fuerte que los ronquidos de papá. Rachel respondió el beso, su lengua jugaba con la mía, pero al mismo tiempo abría los ojos. —¡¿Qué haces?!—me dijo y giró hasta darme la espalda. Luego jalo mi brazo y lo paso por encima de ella, hasta que la abrace y sentí como se fue perdiendo en el sueño. El perfume en su cuello estaba me mantenía extasiado, pero lo más importante y peligroso. Sus nalgas estaban contra mi verga. Y mi verga, se ponía cada vez más dura. Baje mi mano y pude sentir ...
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