1. Una noche de verano


    Fecha: 04/01/2019, Categorías: Confesiones Autor: juanmadj, Fuente: RelatosEróticos

    ... gustosamente aceptó. Le besé los labios, le cogí de las manos y empezó a introducirla poco a poco para que no sintiera mucho dolor. Empecé a sentir algo de dolor e intenté gritar un poco pero sus labios me lo impedían. Por fin estaba toda dentro. Tampoco me había dolido tanto. Pero cuando la fue sacando, volví a sentir ese ligero dolor que me produjo un pequeño grito que esta vez sus labios no me impedían. Empezaba el juego y el placer se iba apoderando de la situación a medida que lo íbamos haciendo. Mis gritos se convertían en gemidos y el ritmo se iba aumentando cada vez más. Tras un rato en esta posición, decidí pedirle que me dejara dominar a mí y me senté encima de él, introduciendo su polla con mis manos en el lugar indicado. Empecé a subir y bajar mientras que él me agarraba los pechos y ambos gemíamos de placer. Lo hicimos en muchas posiciones y, como ya estábamos algo agotados, decidimos que era hora de terminar. Yo me había corrido varias veces mientras lo hacíamos pero él había aguantado hasta el final. Una de mis fantasías era poder chupársela y que terminara en mi boca. Sin que me dijera nada, me arrodillé ante él y me metí su polla en la boca sacándola y metiéndola a mi ritmo. Cuando ya estaba preparada, sentí como su corrida salía a chorro golpeando mi paladar haciendo que me tragara parte de ella y la otra se escurriera por entre mis labios y se deslizara por mi cuello. Había sido una noche alucinante y, menos mal que habíamos acabado ya porque sus compañeros de orquesta comenzaban a subir porque ya se estaba acabando el descanso. Ahora cada vez que nos vemos en una fiesta, nos citamos en el descanso y echamos un polvo en los camerinos del escenario.
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